Un médico y una enfermera en el Hospital Reina Sofía de Córdoba.
España ha cerrado el 2021 con un aluvión de incorporaciones de
médicos procedentes del extranjero al Sistema Nacional de Salud (SNS). Sin embargo esta tendencia muestra dos caras. Mientras que la fuga de talento procedente de
Latinoamérica se ha acelerado, cada vez hay
menos facultativos de la Unión Europea que hacen sus maletas rumbo al país. En el último año, la llegada de comunitarios se ha desplomado un
42 por ciento.
Los datos difundidos por la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) muestran que el conjunto de países de la Unión Europea ha aportado un total de
257 médicos en el último ejercicio, frente a los
443 que se trasladaron al país a lo largo del 2020 en un contexto marcado por la
crisis sanitaria del Covid-19 que elevó la demanda de profesionales.
Esta evolución negativa se ha sentido con fuerza en puntos como
Italia que ha sido históricamente el mayor polo de envío de médicos a España. En apenas un año,
la cifra ha caído desde los 173 hasta los 90, lo que representa un recorte del 48 por ciento. Prácticamente ahora apuestan por el SNS la mitad de los facultativos italianos que en la pandemia.
Este desplome es prácticamente unánime entre las grandes potencias del bloque comunitario.
Alemania (24 médicos),
Francia (12),
Países Bajos (5) o
Portugal (3) son algunos de los puntos de origen que mayor descenso han protagonizado. Las cifras solo quedan maquilladas por ligeros aumentos en
Rumanía (23),
Bélgica (7),
Finlandia (5)
Austria (5) o
Grecia (4) que no han causado un gran impacto en la tendencia general.
Esta realidad también se ha extendido a otros países del entorno que no forman parte de la Unión Europea como Reino Unido. En el primer año post
Brexit, la llegada de facultativos británicos prácticamente se ha reducido a la mitad, pasando de 14 a 8.
Este fenómeno choca con la realidad al otro lado del Océano Atlántico. El gran auge de países como
Argentina que han contribuido con 564 médicos al Sistema Nacional de Salud (SNS) y el crecimiento de
Colombia (664) o
Ecuador (363) han sido claves para que en 2021 se haya alcanzado un récord total de 4.293 facultativos del extranjero, la segunda cifra más alta de la última década.
Enfermería modera su pérdida de comunitarios
La base de datos de la OCDE también ha revelado una tendencia negativa en la llegada de profesionales de
Enfermería de la Unión Europea, aunque con un recorte mucho más moderado. En el último año, se ha pasado de recibir a
377 personas del bloque comunitario a 311, lo que supone un
7,7 por ciento menos.
Esta evolución está marcada especialmente por la caída del
mercado italiano que ha enviado 30 enfermeras menos a España en 2021 hasta situarse en 58. Un fenómeno que también se repite en
Portugal que ha pasado de 130 a 112. La situación se ha compensado ligeramente gracias a las mejoras de
Rumanía (62),
Francia (25),
Alemania (14) o
Bélgica (9) que sí que han elevado sus números.
Al igual que en el caso de los médicos, la entrada en escena del
Brexit ha provocado un colapso de la incorporación de enfermeras británicas al Sistema Nacional de Salud (SNS). Si en 2020 un total de
99 apostaron por encontrar trabajo en España durante la pandemia,
en el último ejercicio apenas han venido 13.
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