Equipo médico de la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo.
Una de las grandes
consecuencias que ha traído consigo el temporal Filomena ha sido el traslado para la atención de pacientes crónicos. El
cierre y corte de accesos a centros médicos en Madrid por la nieve ha causado estragos en la asistencia inmediata de distintos grupos de pacientes. En el caso de aquellos con insuficiencia renal, que requieren tratamiento con
diálisis, la atención ha costado, pero ha llegado gracias a la
ayuda de voluntarios de distintos rincones de la capital. Desde la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo, han estimado que "casi la totalidad" de sus enfermos renales han sido atendidos.
En este contexto, Blanca Miranda, Directora General de la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo, en conversación con
Redacción Médica, ha narrado el
plan de emergencia que han aplicado desde su organización para la atención de urgencia del colectivo de sus pacientes crónicos, en medio del temporal de nieve.
"La primera medida fue habilitar, en la tarde noche del pasado viernes, lugares para que duerman todos los trabajadores sanitarios. En segundo lugar, tuvimos que organizar la
repartición de nuestras máquinas de diálisis. Las labores comenzaron el sábado por la mañana, cuando empezamos a tirar de los primeros colaboradores para llegar a los lugares más remotos donde trabajamos (Madrid capital, Mostoles, Getafe, Valdemoro, Villalba, Majadahonda), ahí los 4x4 empezaron a ayudarnos. La primera unidad efectiva de transporte del sábado fue la de la Guardia Civil, que trasladó a los pacientes de la unidad de Valdemoro. A partir de ahí, empezamos a contactar con Protección Civil de cada pueblo, de cada municipio. Sin embargo, pasaban las horas y era muy difícil remontar la situación por el acceso a los pacientes”, ha explicado Miranda.
Plan de atención de urgencia
El plan de urgencia que realizó la directora de Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo junto a su equipo, fue
contactar a los pacientes para establecer el nivel de urgencia de atención que requería cada uno. "Lo que hicimos fue llamar a los
cerca de 800 pacientes que tenemos para ver quién necesitaba un tratamiento más urgente y poder organizar para el domingo los cambios de turnos para la atención. De esta forma,
cerca de 350 pacientes se trasladaron a tratarse porque el sábado prácticamente no pudimos revisar a nadie. Nadie logró llegar", ha narrado Miranda.
"El domingo, pese a que habíamos establecido contacto con todos los sistemas de transporte que habitualmente trasladan a nuestros pacientes, vimos que era imposible que llegaran por las condiciones de los caminos. Fue en ese momento que
gracias a la Guardia Civil, la Protección Civil, el SOS 4x4 y los guardias forestales, hemos podido atender a casi todos los pacientes que requerían ayuda inmediata”, ha agregado Miranda.
Si bien, la mayoría de los pacientes crónicos renales han podido ser atendidos en medio de este temporal, la especialista ha manifestado que
reubicar a todos los pacientes ha sido un "complicado" proceso. "Hoy todavía seguimos con la demora de seguir reubicando, no es tan fácil la logística. Todos los días tenemos que tratar pacientes, si no se tratan cada dos días, el paciente puede tener problemas médicos muy serios", ha señalado.
"
Hasta ahora hemos atendido a casi la totalidad de nuestros pacientes. Lo que pasa es que hemos tenido que cambiar los días del tratamiento de cada uno, entonces es como un cambio de ritmo, es un poco lío para ellos, para nosotros, para los transportes y para organizar, pero vamos saliendo adelante, gracias a todos los voluntarios que se han sumado a esta labor", ha sentenciado Miranda.
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