Al igual que el resto de colectivos, los
profesionales de la Medicina esperan materializar este
2023 todos aquellos objetivos que se han visto obstaculizados en los últimos años. Una
mayor estabilidad laboral y el
refuerzo de las plantillas, especialmente en Atención Primaria, son los pilares de esta lista de deseos, en la que también hay cabida para otras peticiones, como en la
planificación a corto plazo para identificar las necesidades reales del Sistema Nacional de Salud (SNS), la obtención de una categoría profesional superior o el establecimiento de una normativa relativa a la
violencia en el ámbito sanitario.
Ante el colapso en el primer nivel de atención sanitaria, los sanitarios solicitan el
aumento del número de médicos de Familia por ratio de población. Una medida que, según los profesionales, pasa por llevar a cabo un
análisis de recursos humanos para una adecuada
planificación a corto plazo.
Otro de los focos que está en el punto de mira de los médicos es el de la reclasificación profesional. Y es que, ante la reivindicación de Enfermería, que aspira a ascender al Grupo A1 de la Administración Pública, los facultativos abogan por escalar a una
nueva categoría funcionarial. Este paso supondría un
reconocimiento a la formación médica, además de un plus salarial.
Además, ante la
peligrosidad que persigue a los trabajadores sanitarios, los médicos defienden el establecimiento de una norma estatal que ponga fin a esta lacra. Y es que, según un
estudio del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), los sanitarios tienen
cuatro veces más probabilidades de ser agredidos que otros profesionales en el lugar de trabajo general.
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