Personal sanitario en un centro de salud.
Durante los peores momentos de la
pandemia, algunos médicos probaron por primera vez lo que era trabajar desde casa. Lo que meses antes parecería imposible, de un día para otro se convirtió en realidad. Pero con el fin de las restricciones más duras de la pandemia y la vuelta a la normalidad, el teletrabajo desapareció casi como si nunca hubiese existido. Sin embargo, a día de hoy, han vuelto a surgir
propuestas e iniciativas para que los
sanitarios también puedan disfrutar de un
modelo híbrido de presencialidad.
Desde la
Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) han puesto en marcha '
Enciende la tele', un proyecto que busca fomentar el uso de herramientas tecnológicas para facilitar la atención farmacéutica a distancia y el teletrabajo. Miguel Angel Calleja, expresidente de la SEFH, resalta que en su equipo
ya hay farmacéuticos que optan por trabajar desde casa uno o dos días a la semana, lo que les permite una mejor conciliación laboral con su vida privada.
Para Calleja, el teletrabajo "
debe ser una opción que tiene el profesional, no una obligación", ya que hay profesionales que prefieren la presencialidad. Pero subraya la importancia de tener esta opción por si hace falta en un momento determinado cuando, por ejemplo, el farmacéutico pueda tener personas a su cargo que necesiten atención. "Debería ser una
obligación del sistema sanitario adaptar el puesto a esa necesidad concreta de los profesionales. No siempre tenemos las mismas necesidades y no siempre estamos en la misma situación", subraya.
El expresidente considera que el teletrabajo se puede hacer en "
prácticamente todas las profesiones sanitarias, aunque quizás no en todos los puestos". Calleja explica que, por ejemplo, seguirá haciendo falta un cirujano en quirófano pero, al mismo tiempo, esa personas también realiza tareas como informes de alta y de evolución, y ahí sí habría opción a hacerlo teletrabajando.
La experiencia de médicos teletrabajando
Aunque fue la pandemia la que impulsó el teletrabajo, ya en 2019 el
Instituto Catalán de la Salud empezó a ofertar esta modalidad a un millar de profesionales de Atención Primaria de Medicina de Familia y de Enfermería. Eulàlia Torrent, médica de Família del Centro de Atención Primaria (CAP) Manso de Barcelona, estuvo teletrabajando un día a la semana desde finales de 2020 hasta comienzos de 2022 y lo califica como "
lo mejor que he podido hacer en mi vida laboral". Torrent cuenta que se sentía "menos cansada, más cuidada, más cómoda" y que al mismo tiempo mejoraba su rendimiento laboral porque "tenía
más tiempo para pensar en pacientes complicados sin interferencias".
Torrent, que lleva más de 35 años como médica de Familia, explica que cuando teletrabajaba un día a la semana se dejaba ese día para hacer todas las
labores que no requieren un trato presencial con los pacientes. "Nuestro trabajo no solo es visitar y diagnostiar. Hay que hacer informes, hacer seguimiento telefónico a pacientes...", señala. Y añade que no vio un empeoramiento de la calidad de atención cuando trabajaba, porque dedicaba ese día a hacer
tareas que también haría de manera virtual aún estando en el centro de salud. En su opinión, un día a la semana de teletrabajo en Familia se puede hacer, pero no más.
Sin embargo, también hay especialistas que reniegan del teletrabajo. A Beatriz Gamo, psiquiatra, trabajar desde casa le acabó "agotando" y
echó en falta el contacto directo con pacientes y compañeros. Gamo consiedra que el teletrabajo es posible si no se hace atención directa al paciente y, en su caso, aunque pueda llamar o hacer videollamadas con los pacientes prefiere ver a los pacientes en persona "para ver cómo entran a consulta, como va vestido, como se mueve". La
información no verbal se pierde en una consulta en remoto, señala.
Los médicos ingleses piden un modelo híbrido
España no es el único país donde los médicos se plantean el teletrabajo. Tras la experiencia en la pandemia, la
British Medical Association (Asociación Médica Británica)
pidió que se pudiese hacer un modelo híbrido de trabajo presencial. Calificaron el aumento del teletrabajo como un "beneficio" de la pandemia y una quinta parte de sus miebros señalaron el trabajo en remoto como una de sus tres principales estrategias para hacer frente a los efectos a largo plazo de la pandemia sobre los trabajadores.
Ellen Welch, médica de Familia en Reino Unido y excopresidenta de Doctors' Association UK, señala que es
más productiva trabajando desde casa porque no tiene interrupciones y tiene la
flexibilidad necesaria para trabajar en los horarios que se adapten a su familia. "Si considero que un paciente necesita una evaluación cara a cara, puedo concertarla con un colega de la consulta", indica. Ella lleva trabajando por completo en remoto desde 2019 y añade que seguirá así "por ahora" debido a la flexibilidad que le ofrece.
En Reino Unido,
la carga de trabajo de los médicos de Familia ha aumentado, mientras que el número de estos especialistas ha disminuido, señala Welch. "Trabajar a distancia es una forma de
suplir las carencias del servicio. Por supuesto, seguimos necesitando médicos que puedan ver a los pacientes cara a cara, pero en las zonas de Reino Unido que llevan años luchando por contratar médicos (como la zona que yo cubro), un médico de cabecera a distancia es mejor que ningún médico de cabecera. Abre la plantilla a médicos que tal vez no puedan trabajar en persona, pero que tienen habilidades y conocimientos que ofrecer, como médicos como yo con responsabilidades asistenciales, médicos con discapacidades físicas que pueden trabajar desde casa y, si la gobernanza lo permite, médicos que trabajan en el extranjero pueden ayudar al SNS desde el extranjero", explica.
Para Welch, la sanidad debería plantearse un modelo híbrido. "No creo que deba sustituir en absoluto a los médicos ni a los entornos presenciales, pero cuando la demanda es altísima, es
otra herramienta para que los pacientes busquen la ayuda que necesitan; y hay muchos problemas que no requieren una revisión cara a cara", sentencia.
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