De izq. a dcha.: Henri-Jean Aubin, Antoni Gual y Nestor Szerman.
23 may. 2016 16:20H
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POR REDACCIÓN
Un 22 por ciento de los pacientes con trastornos mentales –que los psiquiatras diferencian de las adicciones– padece, además, trastorno por consumo de alcohol (TAC, por las siglas con que se ha etiquetado el problema).
Además, entre el 15-25 por ciento de los suicidios se producen en alcohólicos, erigiéndose en la segunda causa psiquiátrica de suicidio después de la depresión.
Según Nestor Szerman, jefe del Servicio de Salud Mental Retiro del Gregorio Marañón de Madrid y presidente de la Fundación Patología Dual, “hemos cambiado la valoración y la perspectiva desde que las neurociencias han establecido que los trastornos mentales comparten factores y sustratos cerebrales comunes”.
“Hasta el momento se valoraba el trastorno por consumo de alcohol desde una perspectiva moralista, vinculada al placer y el vicio, y, por eso, los pacientes o bien lo ocultaban o lo ponían en un primer plano, como si todo el problema fuera sólo ése”.
La Reunión Nacional y Foro de Expertos ‘Nuevos avances en el Tratamiento del Trastorno por Consumo de Alcohol (TCA)’, organizada por Lundbeck y celebrada en Madrid, ha analizado la situación actual de la enfermedad y su abordaje clínico, con especial hincapié en los nuevos enfoques en su manejo y tratamiento centrados en la reducción del consumo de alcohol y sus beneficios asociados, ya sea abordándola por sí sola o en combinación con otros trastornos psiquiátricos (lo que se conoce como patología dual).
El encuentro ha reafirmado la figura del psiquiatra como el profesional clave para el manejo del alcoholismo, patología dual y enfermedades psiquiátricas con abuso de alcohol.
Para Antoni Gual, Consultor Senior de la Unidad de Conductas Adictivas del Servicio de Psiquiatría, del Instituto de Neurociencias del Hospital Clínic de Barcelona, “las adicciones son un problema de salud mental y, por lo tanto, corresponde al psiquiatra abordarlas cuando revisten la gravedad suficiente, sin olvidar que, en el ámbito de la Psiquiatría, hay una elevada comorbilidad entre patología psiquiátrica y adictiva, de modo que no abordar las adicciones en el paciente psiquiátrico equivale a plantearse que, casi en la mitad de los pacientes que veremos, no trataremos un problema, la adicción, que está interfiriendo y boicoteando el tratamiento de su patología psiquiátrica”.
El psiquiatra, figura médica más capacitada
“El psiquiatra está capacitado para hacer el tratamiento correcto de la dependencia alcohólica. Eso incluye tanto los procesos de desintoxicación como los de deshabituación y debe poder asumir una responsabilidad completa en el manejo de estos pacientes, pudiendo derivarlos para tratamientos grupales donde se considere oportuno, cuando eso sea necesario, y teniendo que poder hacer tanto tratamientos orientados a la abstinencia como a la reducción de consumos”, ha razonado Gual.
En palabras de Szerman, “los pacientes con trastorno por consumo de alcohol, en la mayoría de los casos, ni deben ni quieren aceptar la propuesta de ‘ley seca’, abstinencia, y se pueden beneficiar de tratamientos que les permitan tener un control mayor sobre esta ingesta compulsiva de alcohol”.
Pero, ¿existe un cambio de percepción en la Psiquiatría a la hora de atender al paciente alcohólico? Para Antoni Gual, “se puede contestar que sí y que no. Cuando miro 30 años atrás es obvio que las cosas han mejorado, pero también creo que el paciente alcohólico sigue estando muy estigmatizado por la propia Psiquiatría. No despierta, el paciente alcohólico, en particular, y las adicciones en general, suficiente interés todavía en el ámbito de la especialidad”.
En opinión de Szerman,”todavía este cambio es minoritario, pero la formación continuada nos permite a todos los médicos dotarnos del conocimiento más actual que la ciencia pone a nuestro alcance y que demandan los pacientes y sus familias”.
Por su parte, Henri-Jean Aubin, profesor de Psiquiatría y Medicina de la Adicción del Hospital Universitario París-SUD, destacó como avance el cambio de paradigma en el tratamiento actual del TCA, cuyo foco está en la reducción de consumo como camino a la abstinencia.
El experto aseguró que, en estos momentos, el papel clave es del paciente y los psiquiatras tienen que negociar con él la importancia de involucrarle desde el inicio en su tratamiento, lo que permitirá mejorar su calidad de vida y los resultados obtenidos con las nuevas terapias.
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