A través de Redacción Médica, el sindicato responde 'punto por punto' a Sumar tras un nuevo cruce de reproches

 José María Soto, vicesecretario general de CESM, analiza punto por punto el Estatuto Marco.
José María Soto, vicesecretario general de CESM.


13 feb. 2025 11:10H
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Continúa el cruce de reproches entre el colectivo médico y los dirigentes del Ministerio de Sanidad y de Sumar con la propuesta del Estatuto Marco del personal estatutario de salud como trasfondo. El último capítulo lo protagonizó Alda Recas, portavoz de los progresistas en la Comisión de Sanidad del Congreso, que acusó a los sindicatos de "falsear" acerca de algunos de los puntos más significativos del borrador en una infografía que comenzó a circular por redes sociales y que lleva el ‘sello’ de CESM (la Confederación Española de Sindicatos Médicos). La respuesta de los facultativos no se ha hecho esperar: “No nos parece bien que se nos falte llamándonos mentirosos; nosotros respetamos el trabajo del Ministerio, pero no estamos de acuerdo en algunos aspectos del Estatuto”, alega José María Soto, principal representante de esta central en el Ámbito de Negociación, que analiza para Redacción Médica, punto por punto, cada una de las ‘flechas’ de Recas.

Jornadas máximas de 48 horas


El primer mensaje “falso” al que hizo alusión la mandataria de Sumar, quien hasta hace escasos meses era asesora en el gabinete de la Secretaría de Estado de Sanidad, era el relativo a que el de los médicos es el único colectivo obligado a realizar jornadas semanales de 48 horas. Matizaba Recas que este es “cómputo semestral máximo permitido”, y que incluye “jornada ordinaria y guardias”. “Está reflejado en una Directiva Europea”, sentencia.

En declaraciones a este periódico, Soto replica que los profesionales están precisamente “en contra de ese cómputo máximo, que además es solo para los médicos”. “Ya sabemos que existe, pero no estamos de acuerdo con él ni queremos que el próximo Estatuto lo recoja porque es exagerado, abusivo y va en contra de la normativa de salud laboral”, desliza el también vicesecretario general de CESM, quien denuncia que se hable de un máximo de 48 horas semanales por parte “del mismo partido en el Gobierno que quiere para el resto de trabajadores las 37 horas y media”.

Guardias médicas y ‘tope’ de 17 horas


Respecto a las guardias presenciales, desde Sumar reiteran que la propuesta del Ministerio de Sanidad “elimina los turnos superiores a 17 horas” sumando jornada ordinaria y guardias. Una afirmación que, sin embargo, los médicos ponen en cuarentena: “El borrador es un lío, porque hay puntos en los que se dice que nunca se podrá hacer un turno superior a las 17 horas, pero eso es una quimera porque hay otros que lo contradicen”, incide Soto, quien añade que en cualquier caso “en las disposiciones transitorias se da un plazo a las comunidades para hacerlo de diez años”. “Es demasiado, pero es que la realidad ahora mismo para nosotros es que hacemos guardias de 24 horas y a veces más, y en muchos casos no se respetan los descansos ni los permisos para mayores de 55 años -apunta-. Eso es lo que decimos en nuestra infografía”.

Descansos tras las guardias médicas


“Lo que queremos es que el descanso sea computable en la jornada”, comienza Soto, quien mantiene que el borrador que les facilitó el Ministerio no mejora el cómputo de horas de la guardia para garantizar los descansos posteriores. Lo cierto es que la titular del ramo, Mónica García, avanzó su intención de “corregir” la redacción del borrador para evitar “interpretaciones” erróneas.

En el artículo implicado (el número 89) se incide en que el personal de salud “tendrá derecho a un periodo mínimo de descanso ininterrumpido de 12 horas entre el fin de una jornada y el comienzo de la siguiente”, tal y como constaba en el borrador que se envió a los sindicatos a comienzos de año y cuyas claves fueron avanzadas por Redacción Médica. Tras la revisión que pretende Sanidad, se ‘prescindiría’ de la siguiente indicación, que establecía que el descanso tras una jornada de guardia "no podrá deducirse para el cómputo de la jornada anual".

“Pero hasta que eso no cambie, no nos pueden acusar de mentir”, sentencia Soto.

El sueldo MIR y el Salario Mínimo Interprofesional


En su respuesta a la infografía de CESM, Recas acusó a los médicos de “confundir la remuneración básica de cualquier empleado público nivel A1 con lo que cobra basalmente un médico del Sistema Nacional de Salud”. “Ninguno cobra solo 192 euros más que el SMI (como denuncia la central), ni de lejos”.

Según el dirigente de CESM, tras la revalorización del SMI la diferencia no es de 192 euros, sino de 150. “Lo único cierto aquí es que el Gobierno ha subido algo más el sueldo mínimo, y por lo tanto el salario base de los MIR, que son médicos, está todavía más cercano al SMI”, indica.

“Eso es mentira, el salario básico es ese, que es lo que denunciamos. Otra cosa es que se puedan añadir complementos, pero eso no es lo que estamos diciendo”, argumenta. 

Reclasificación profesional de los médicos


Cuestión aparte (aunque igual de espinosa) es la relativa a la reclasificación profesional. Un conflicto que el Ministerio de Sanidad ha tratado de resolver a través del sistema MECU (Marco Español de Cualificaciones), de forma que los médicos especialistas se situaran en el octavo y más elevado peldaño, el octavo; mientras que las enfermeras estarían en el sexto. Reconocía Recas, en cualquier caso, que “de acuerdo con el marco europeo, todos los graduados serían A1”.

“Por lo tanto, el Gobierno de España quiere que los médicos tengan la misma categoría profesional que la Enfermería, que tiene un tiempo de formación y responsabilidad mucho menor”, desliza José María Soto. Añade el facultativo que, además, los sueldos “no se van a subir un ápice”, lo que echa por tierra las expectativas del colectivo. “¿Y qué dice ella? Que en el marco europeo todos los graduados sean A1; eso no es falso”.

Incompatibilidad del ejercicio público-privado


“Nosotros lo que pedimos es que los médicos deben estar regulados bajo la Ley de incompatibilidades del año 84 y que esta se aplique no solo a médicos sino a todos los profesionales que trabajamos en la sanidad”, sostiene el dirigente castellano-leonés, quien tilda de “infantil” el argumento del Ministerio de Sanidad de que “un directivo de Pepsi no puede trabajar en Coca-Cola”. “No es lo mismo”, sentencia.

Añade Soto que el nuevo sistema que propone el Ministerio puede llegar a ser considerado “ilegal”, dado que incumple esa norma de 1984 “y establece incompatibilidades que esa ley no recoge”.

Por otro lado, rechaza que, como defiende Recas, esa incompatibilidad afecte solo a jefes de Servicio y gerentes. “Cuidado, porque también puede incluir a cargos intermedios; no se ha definido bien -subraya-. Esto se suma a la vergüenza de que los MIR tengan que estar cinco años en la pública”.

Las enfermeras, ¿jefas de los médicos?


El único mensaje que Recas no cataloga de ‘falso’ es el referido a que los enfermeros puedan llegar a ser jefes de los médicos independientemente de que estos últimos tengan una formación más elevada. “Podrán dirigir quienes tengan competencias para ello, la formación en gestión no es inherente a ninguna categoría”, resumía la portavoz sanitaria de Sumar.

Al respecto, Soto reconoce que este es otro de los motivos por los que los médicos están “en contra del borrador de Estatuto Marco”. “Evidentemente, para gestionar hace falta una serie de competencias, y con eso no queremos hacer de menos ni a la Enfermería ni a nadie, simplemente creemos que no correcto”, sentencia.
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