Las palabras del médico pueden convertirse en una "fuente de angustia" para los pacientes.
El
vocabulario que usa un facultativo en su consulta influye en el pronóstico del paciente. Así lo señala una investigación de
Jama Network que ha estudiado como las palabras escogidas por un sanitario pueden empeorar el estado de salud del usuario.
De este modo, el autor de la investigación,
Arthur J. Barsky, ha apuntado que la información que los médicos transmiten a sus pacientes puede “convertirse en una fuente de angustia
somática intensificada, un efecto que los médicos deben comprender para garantizar un
manejo óptimo de la atención del paciente”.
En la investigación participaron un total de
76 personas que se sometieron a un tratamiento para la hipertensión. Los resultados fueron que un 32 por ciento de los 38 pacientes que fueron advertidos previamente sobre los efectos secundarios tuvo una
disfunción eréctil. En el otro grupo, donde no se les informó sobre las consecuencias de la terapia, solo un 13 por ciento experimentó esta alteración.
Finalmente, el autor concluye que las palabras pueden provocar “
lesiones” en la
condición física o mental del paciente. Un punto que recuerda que puede dañar también la relación médico-paciente.
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