Alejandro Domarco, cardiólogo pediátrico, asegura que él nunca ha sentido esa "llamada casi divina" por hacer Medicina

Un médico asegura que no tiene vocación por la Medicina, pero aclara que eso no significa ser peor profesional.
Alejandro Domarco, cardiólogo pediátrico.


26 nov. 2024 7:00H
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¿Se puede ser médico y no sentir vocación por la Medicina? La idea de que un médico ejerza sin tener este tipo de sentimiento rompe con esa imagen idílica que, tradicionalmente, acompaña a la profesión médica. Pero lejos de ser solo casos aislados, hay un gran número de facultativos que, aunque son felices con su bata blanca y el fonendo en el cuello, nunca han sentido ese “llamamiento divino” que caracteriza a este sector.

Un tema tabú que Alejandro Domarco, cardiólogo pediátrico, no ha tenido problemas en aclarar. En su caso, “nunca” ha sentido una llamada ni ha querido hacer Medicina a toda costa, simplemente la carrera era una opción que se planteó porque le gustaba y cumplía con el estándar que buscaba para su vida. Eso sí, ha querido dejar claro que no sentir vocación por la Medicina no significa que sea un peor profesional. “Cuando voy al hospital o tengo algún tipo de formación quiero ser el mejor”, ha afirmado a Redacción Médica.

Estas declaraciones vienen suscitadas por un debate en redes sociales sobre un tema en concreto: cada vez más, los estudiantes con notas altas quieren hacer Medicina, pero tienen menos vocación por ella. De esta discusión se hizo eco este periódico y se consultó a Jesús Millán, exvicedecano de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), sobre su opinión acerca del tema. En la entrevista, este catedrático aseveró que, para garantizar esta vocación, sería "útil" conocer las razones personales de cada aspirante antes de ingresar en la carrera. 

Tras ser preguntado por esta cuestión, Domarco ha puesto en duda que esta afirmación sea una realidad, pero aún así, ha aseverado que un futuro médico puede no sentir vocación por su profesión, pero ser un gran profesional, y viceversa.

En este sentido, este cardiólogo pediátrico ha recordado que lo que un paciente espera de un facultativo es que le atienda bien, que tenga conocimiento sobre su área, que se preocupe por él y que tenga la responsabilidad, en definitiva, de hacer su trabajo de la mejor forma posible. "Estos sentimientos, yo creo, que son idependientes de la vocación (...) Aunque sí que creo que tenerla es algo recomendable, pero hay mucho estigma con ello", ha subrayado. 

No sentir vocación y ser un médico con profesionalidad


En su caso, Domarco cree que no tiene vocación por la Medicina porque, según argumenta, esta aptitud la considera como un “llamamiento casi divino” que te impulsa para entrar en una disciplina. Pero, en su caso, nunca lo ha sentido así. “Creo que no la tengo porque, si lo comparo con otras áreas que sí me apasionan algo más, no tengo la misma sensación”, ha detallado.

Eso no quita, ha continuado este médico, que la Medicina no le guste. De hecho, le encanta, solo que hay otros espacios, como la fotografía o el sector audiovisual, que le apasionan algo más. “También es verdad que esto último lo tengo como hobbie. Quizás si fuese un trabajo dejaría de gustarme”, se ha replanteado.

¿Se puede trabajar como médico sin vocación?


Pero, entonces, ¿se puede trabajar como médico sin tener vocación por la Medicina? Para Domarco la respuesta es clara: por supuesto. “Es mi caso. Lo que sí es fundamental es que tengas voluntad y tesón. Tienes que hacer una carrera larga, luego el MIR, y, en mi caso, una subespecialidad no remunerada. No es sencillo y si no te gusta es más complicado hacerlo. Pero, sobre el tema que estamos tratando, yo no he tenido problemas. Me he metido en esta profesión y voy a comprometerme con ella”, ha resaltado.

De hecho, aunque no siente esa vocación por su profesión, este cardiólogo pediátrico ha incidido en que está constantemente buscando la forma de atender a sus pacientes de la mejor forma posible, de actualizarse, de leer, preguntar y escuchar. “Es independiente ser profesional con hacer bien o mal tu trabajo (…) Soy bastante ambicioso porque creo que trato a mis pacientes como me gustaría que me tratasen a mí y a mis seres queridos. Por tanto, según mi opinión, para esto es por lo que se hace Medicina”, ha indicado.

Ser médico y no tener vocación: ¿caso aislado?


Al ser un tema al que se le da poca visibilidad y, a diferencia de lo que puedan pensar otros facultativos, según Domarco, hay bastantes compañeros que se sienten identificados con su pensamiento. “Algunos me decían que no se puede pagar una factura con vocación”, ha concluido.
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