La Asociación de Médicos de Sanidad Exterior denuncia el déficit que sufre esta rama sanitaria y advierte de sus riesgos

La Asociación de Médicos de Sanidad Exterior denuncia el déficit que sufre esta rama sanitaria y advierte de sus riesgos
José Francisco Gallegos, presidente de la ASME.


3 jun. 2024 7:00H
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Si algo caracteriza a la Medicina es la variedad de salidas profesionales de diferente índole que ofrece a sus titulados. Y es que además de las más conocidas como la asistencia, la docencia o la investigación -con sus correspondientes bifurcaciones- se suman otras opciones menos populares entre los sanitarios que no siempre cuentan con la plantilla suficiente para realizar sus funciones de manera óptima. 

Tal y como expone el presidente de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior (ASME), José Francisco Gallegos, su ámbito laboral está actualmente castigado por la falta de batas blancas. Él mismo señala que "siempre ha sido un colectivo pequeño a nivel nacional", dado que en un primer momento su cometido estaba relacionado con "el control y vigilancia higiénico-sanitaria de puertos, aeropuertos de tráfico internacional y puestos fronterizos en su ámbito de las personas según las funciones de Sanidad Exterior definidas en el Real Decreto (RD) 1418/1986". 

Papel de la Sanidad Exterior


Cuatro décadas después de la redacción de dicha norma, el mundo está más globalizado, puesto que por alquel momento "los viajes internacionales eran poco frecuentes y la Medicina del viajero era una especialidad casi inexistente". No obstante, a día de hoy estos trayectos son "una actividad turística y de trabajo que ha crecido exponencialmente, con viajeros que acuden a zonas de riesgo tropilaces y subtropicales". Es aquí donde esta vertiente de la Salud Pública ha vivido grandes mejoras, puesto que "ha pasado de la vacunación obligatoria con una o dos dosis a ser una compleja tarea de eduación sanitaria, vacunación extensa, quimioprofilaxis contra malaria, mitigación de exposiciones del riesgo ambiental, etcétera". 

La llegada del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) de 2005 añadió a la 'lista de tareas' de estos profesionales la realización de "controles rutinarios en frontera que ejerce el colectivo médico y las inspecciones de las condiciones higiénico-sanitarias de los buques de navegación internacional", de tal manera que se reeemplazó la supervisión de certificados anterior por la inspección presencial con frecuencia periódica.

Además, la llegada de una pandemia del calibre del coronavirus hizo que la Sanidad Exterior cobrase un protagonismo sin precedentes, dado que "es la encargada de controlar la introducción de riesgos sanitarios en nuestro territorio a través de la actuación en fronteras y en los medios de transporte internacional", explica Gallegos. Este papel también ha sido especialmente relevante en otras crisis sanitarias internacionales, como el ébola. 

Déficit de 'médicos viajeros' por condiciones laborales


Pese a que Gallegos considere "difícil de cuantificar" la cantidad de manos que requiere esta vertiente médica, considera que "debería haber al menos dos médicos en cada una de las 29 dependencias y en las de mayor volumen un mínimo de cuatro". Por tanto, sus cálculos ascienden a "unos 90 o 100 médicos en Sanidad Exterior cubriendo las plazas de forma permanente con refuerzos puntuales para disminuir las listas de espera de la consulta de vacunación en al época estival", que es la que registra un mayor número de viajes internacionales. 

No obstante, esta necesidad no se corresponde con la realidad palpable en las plantillas sanitarias. La falta de médicos en este ámbito tiene, según el propio presidente de la ASME, varios motivos que la respaldan. El primero de ellos es la "falta de competitividad salarial 'evidente'", dado que "cualquier médico del sistema público de las comunidades autónomas cobra entre un 20 y un 30 por ciento más que uno de la Administración General del Estado". A esto hay que sumar que "no existe carrera profesional y las productividades son escasas".


"Cualquier médico del sistema público de las CCAA cobra entre un 20 y un 30 por ciento más que uno de la AGE"



Las condiciones laborales "se han deteriorado" en los últimos años ya que "nadie acepta un salario base tan bajo sin complementos de carrera profesional ni de productividad suficientes suficientes y con un recientemente instaurado sistema de guardias obligatorias en régimen de localización que exige disponibilidad casi inmediata compensado por menos de un euro la hora", denuncia Gallegos. El empeoramiento progresivo de dichas condiciones proviene, a su vez, de la escasez de personal que obliga a incrementar la carga de trabajo de aquellos médicos que sí ejercen esta vertiente.

Esta falta de sanitarios se refleja en cuestiones como las listas de espera en Centros de Vacunación Internacional, que en las grandes ciudades ya ascienden a "varios meses". Por tanto, los viajeros tienen "un mayor riesgo de enfermar", lo que implica a su vez "un coste adicional para el SNS y el riesgo de importación de enfermedades" a nuestro país. 
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