Sheila Justo.
Las
guardias médicas duran
24 horas seguidas, es decir, un día íntegro de trabajo sin descanso en la mayoría de los casos. O eso es, al menos, lo que pone sobre el papel. Sin embargo, lo frecuente es que estas jornadas de trabajo se extiendan incluso durante más tiempo, ya que quienes terminan su turno tienen que dejarlo 'todo listo' para aquellos que entran, y por ende el paso de guardia se suele dilatar en el tiempo antes de que los facultativos puedan regresar a sus casas.
Por este mismo motivo
Sheila Justo, secretaria técnica de
MIR nacional en la
Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y vicepresidenta de la
Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), califica estos 'interludios' como "vitales", dado que "encauzan las pruebas posteriores o el diagnóstico del paciente".
A modo de ejemplo, Justo ha hecho referencia a las posibles
demoras en quirófano tras la llegada de pacientes de Urgencias. "De repente tienes que hacer una cirugía que se puede extender más de una o dos horas", explica. Dicho tiempo no se registra, y por tanto, no se remuneran. "No se cuentan esas horas, entonces nadie las compensa, y
es hora de que se cuente también esta jornada", añade. En total, las guardias que se alargan implican
trabajar durante 25 horas seguidas, "algo que no se le puede exigir a casi nadie" en palabras de la portavoz sindical.
Guardias médicas de 25 horas: ¿comunes en el SNS?
Y es que esta dinámica, lejos de ser algo excepcional, es incluso cotidiana en el
Sistema Nacional de Salud (SNS). "Es verdad que las guardias no duran 'solo' 24 horas,
a veces duran 25. Es lo habitual, que los
pases de guardia duren como mínimo media hora o cuatrenta y cinco minutos", tal y como detalla esta misma facultativa. El resultado es que al sumar el tiempo 'sobrante' después de cada guardia,
las horas extra que se han trabajado sin contabilizar se acumulan, dando como resultado "jornadas desmesuradas y muy por encima de los
límites legales que establece la normativa".
De hecho, a través de las redes sociales, los especialistas denuncian que estas jornadas incluso se pueden demorar
hasta las 27 horas. Además, también señalan que como no se exige un fichaje en los hospitales -excepto para los MIR, aunque no se cumple en todos los centros- es normal que se sobrepase dicha jornada y no quede reflejado en ningún lado.
"Las guardias no duran 'solo' 24 horas, a veces 25. Es lo habitual, que los pases duren entre media hora y 45 minutos"
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Por si fuera poco hay otro factor a tener en cuenta: la naturaleza del ejercicio médico y los riesgos que implica el cansancio de estos profesionales. "No solo es trabajar, es t
ratar con algo muy sensible y delicado como son los pacientes y que puede dar posibilidades de error y vulnerar la calidad de la atención", sostiene Justo. Además, dada la obligatoriedad que impone el
Código Deontológico a los facultativos de "denunciar cualquier situación que ponga en peligro al paciente", esta
médica de Familia insiste en la necesidad de
reivindicar sobre esta cuestión hasta lograr una solución para el conjunto de la profesión médica.
Guardias médicas en España y en EEUU, diferencias
Esta situación, sin embargo, sí se contempla en otros sistemas sanitarios como el norteamericano, donde los médicos cuentan con horas destinadas expresamente a tareas relativas a la continuidad asistencial o formativa y al traspase de pacientes. En total, este intervalo temporal dura hasta cuatro horas que se remuneran y se contabilizan de manera independiente a las 24 que dura la guardia al uso. En España, las jornadas se alargan incluso más en las
noches electorales, donde las guardias pueden llegar a
alcanzar las 28 horas de duración. No obstante, estas horas adicionales sí se reconocen y se remuneran en consecuencia.
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