El 'burnout' o síndrome del trabajador quemado es una de las consecuencias que más han sufrido los sanitarios a causa de los altos niveles de estrés que han soportado durante la pandemia. Uno de los
colectivos afectados han sido los profesionales dedicados a las Urgencias, de los cuales, según un estudio, el 60% lo sufre.
Sin embargo, solo el
solo el 41% de los encuestados en esta investigación ha señalado que haya tenido acceso a apoyo psicológico, presencial o virtual, que puede ser de gran utilidad para aminorar los efectos de este síndrome. Esta falta de atención psicológica para los profesionales de la salud puede afectar al sistema sanitario, ya que, si están "quemados", no podrán ofrecer la calidad asistencial esperada.
Este
mismo estudio ha evaluado la presencia de los
síntomas relacionados con este síndrome, principalmente la fatiga emocional y la despersonalización. El mencionado 60% corresponde a las personas que padecían al menos uno de ellos, teniendo además el 31% ambos síntomas, lo que indicaría que el 'burnout' está en un nivel que necesita una evaluación clínica profesional y apoyo psicológico.
Las cifras de esta encuesta internacional llevada a cabo por la Sociedad Europea de Medicina de Urgencias y Emergencias (EUSEM) demuestran un
empeoramiento con respecto a antes de la pandemia, donde los casos se situaban en torno a un 47%, y a otras especialidades médicas.
¿Quiénes son los sanitarios de Urgencias más afectados por el 'burnout?
De los profesionales, aquellos que
trabajan en los servicios de urgencias hospitalarios se vieron más afectados por el 'burnout' que los que ejercían en los servicios prehospitalarios o aquellos que comparten ambas actividades o que dedican parte de su tiempo de trabajo a otras actividades no clínicas como la educación y la formación. Esto se debe, mayoritariamente, al gran impacto del Covid-19, especialmente en el sector de emergencias.
Existe, asimismo una división por género dentro de este síndrome del trabajador quemado,
afectando
más a las mujeres que a los hombres. Del mismo modo, el estudio muestra que existe un
mayor impacto en las enfermeras, que tienen 1,75 veces más riesgo de sufrir 'burnout' que los médicos que trabajan en el mismo entorno. La causa más probable de esta diferencia es un contacto directo más prolongado con el paciente.
Otro de los rasgos diferenciadores que suponen un incremento en el padecimiento de este síndrome es la antigüedad en el servicio.
Los encuestados con menos de 5 años de experiencia tienen tres veces más riesgo en comparación con los profesionales con más de 20 años de experiencia. Estos resultados ponen de manifiesto la afección en profesionales jóvenes, para los que se deberían realizar intervenciones específicas, ya que una experiencia negativa durante el periodo de formación es un factor de riesgo de 'burnout' y depresión en la vida laboral futura.
La limitación de recursos y el exceso de rotación, factores de riesgo de 'burnout'
Por último, es importante señalar que la
limitación de recursos es también un factor importante en el aumento de los niveles de este síndrome, especialmente la limitación de recursos humanos.
La
escasez de plantilla muchas veces se ha relacionado con el aumento del 'burnout'. Cuando esta falta de personal se da de manera puntual, el grado de 'burnout' es 2,7 veces superior. Esta cifra se incrementa hasta declarar 10 veces más síndrome del trabajador quemado cuando el déficit de sanitarios se da de manera frecuente.
El
exceso de rotación de personal ejerce un efecto negativo en la calidad del proceso asistencial y se asocia a altos niveles de 'burnout'. De hecho, en los profesionales que manifestaron frecuentes deseos de cambiar de puesto de trabajo el síndrome fue cuatro veces superior al de quienes no pensaban en cambios.
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