José Luis Llisterri, presidente de Semergen.
14 sept. 2016 13:10H
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Aunque se propuso no repetir en la Presidencia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), José Luis Llisterri ha sido reelegido por cuatro años más y afronta su segundo y último mandato. En esta legislatura le acompañará una Junta Directiva más numerosa -al pasar de tener 14 a 23 miembros, procedentes, principalmente, del mundo universitario-. Con ella, pretende revitalizar los principales temas que afectan a la Primaria, como la recertificación, el desarrollo profesional continuo o la investigación, tal y como desvela a Redacción Médica en la primera entrevista que concede tras este recién nombramiento.
Repite en la Presidencia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). ¿Cómo afronta los próximos cuatro años?
Con mucha ilusión, confianza y comprometidos con nuestra hoja de ruta para el periodo 2016-2020. Queremos profundizar en lo alcanzado en el anterior mandato y vamos a hacer énfasis en ciertas acciones de gobierno que queremos llevar a cabo.
Defíname esas principales líneas estratégicas que quieren iniciar en este nuevo periodo.
Por un lado, buscamos consolidar la Agencia de Investigación para que sea referente en investigación en Atención Primaria de España y con la llegada de la Red de Investigadores de Semergen. Además, queremos poner en escena una de nuestras asignaturas pendientes de la anterior etapa: nuestro desarrollo profesional continuo, para vincularlo a la recertificación. Ya tenemos la herramienta y nuestro objetivo es empezar a trabajar con ella a partir de octubre. Asimismo, vamos a reestructurar los grupos de trabajo a nivel interno y actualizar la comunicación para mejorar la visibilidad externa de Semergen.
La nueva Junta crece y pasan de ser 14 a 23 miembros (el número de vocales crece de 9 a 17). ¿A qué se debe este cambio?
Está en relación con el crecimiento exponencial que ha experimentado la sociedad en los últimos años. Estamos desbordados de trabajo y de actividad investigadora -que no existía hasta hace cuatro años-, lo que requiere una ampliación de la Junta para estar presentes en todas las autonomías. Era razonable hacerlo así, ya que los estatutos no lo impiden.
¿Cómo son los nuevos perfiles que han entrado?
Principalmente son investigadores y docentes. Son cargos muy bien posicionados y que venían desde abajo empujando para tener representación en la sociedad. Es una Junta muy heterogénea que conjuga veteranía y juventud.
¿A qué responde los cambios en los cargos de Rafael Micó o Isidoro Rivera, que pasan de ser vicepresidentes a secretario general y vocal, respectivamente?
El puesto de secretario general es debido a la proximidad y cercanía del doctor Micó conmigo en Valencia, lo que facilita muchísimo las cosas. Asimismo, ha habido otra serie de cambios en las Vicepresidencias, como las llegadas de Sergio Cinza o Manuel Jiménez de la Cruz, como vicepresidentes segundo y tercero, respectivamente. Y Gustavo C. Rodríguez, secretario saliente y ahora vocal, también pasa a ser director de nuestra agencia editorial.
Cuando llegó a la Presidencia de Semergen afirmó que solo estaría un mandato. Sin embargo, repite otros cuatro años. ¿Por qué?
Ha sido por la solicitud de las bases. Hace cuatro años, configuramos un programa de gobierno que está cumplido al 95 por ciento, pero existía una cierta prudencia a que se trastocaran nuestros planes de continuidad. Por eso, desde el mes de enero, cuando tenía previsto dejar la Junta Directiva, hubo un periodo de reflexión interna entre los miembros relevantes de la sociedad donde se me pidió continuar un tiempo más. Además, quedaba un proyecto importante por realizar, como es el de desarrollo profesional continuo (DPC) y tenemos la intención de impulsar esta herramienta en el mes de octubre.
Además, para este mandato no se ha presentado ninguna otra candidatura, por lo que ha habido unidad de acción para liderar Semergen otros cuatro años más, algo que no hubo en la anterior legislatura, que se vivió un momento convulso en algunas comunidades como Madrid, Aragón o País Vasco y que se solventó con diálogo. Pero, de todas formas, no podría continuar más, ya que hemos limitado el mandato a ocho años tras modificar los estatutos.
Siempre ha hablado de su intención de restar perfil político a Semergen para dárselo al científico. ¿Ha cumplido con esta promesa?
Sí, absolutamente, estoy muy satisfecho del giro que ha tenido Semergen. Somos el congreso mayoritario de habla hispana en España (para el Congreso Nacional que se celebrará en Santiago tenemos 3.540 comunicaciones científicas, por ejemplo). El papel científico ha salido reforzado, mientras considero que el papel político compete más a los sindicatos que a estas sociedades y voy a mantenerme en esa actitud.
La financiación de los congresos de las sociedades científicas (a través de la industria alimenticia o la homeopatía) está siendo muy criticada. ¿Cómo valora esta situación?
Es un tema que nos preocupa por el desconocimiento que tienen muchas personas de la aportación que realizan ciertas industrias. Eso no quiere decir que las sociedades científicas estén recomendando esos productos, sino que son actividades que están relacionadas con estilos de vida saludable, y que ciertas compañías participen es perfectamente asumible, siempre y cuando se articulen mecanismos para neutralizar la publicidad encubierta.
Las sociedades científicas deben ser garantes de que la información que se imparten en los congresos es aséptica. Por eso, en este sentido, Semergen pensamos que es perfectamente compatible.
¿Existen alternativas? ¿Cómo se pueden independizar las sociedades?
El objetivo fundamental de una sociedad científica es ser autosuficiente para generar investigación y formación. En este momento, lamentablemente, dependemos en gran medida de la aportación de nuestros congresos, que están financiados en gran parte por la industria.
Nuestro objetivo es que, en los próximos años, los congresistas puedan asistir con unos programas independientes y que la Administración reconozca al médico que va a formarse. Estamos intentando reorientar el modelo, pero si la industria sigue colaborando con los médicos, los congresos están salvados. Ojalá nuestra Administración propiciara nuestra investigación.
¿Este giro del modelo pasa porque los congresos sean financiados por la Administración en vez de por la industria?
Sería lo deseable, pero es imposible. Pero, por otro lado, también es necesaria la presencia de la industria en los congresos porque son los que presentan los últimos resultados de los ensayos clínicos, aunque debe estar controlada por las sociedades científicas.
¿Cómo valora que se pueda cobrar impuestos a los médicos por la formación que les da la industria farmacéutica?
Es atípico e irreal y hay mucha preocupación en el ámbito médico por este tipo de actuaciones. Estamos alineados con otras sociedades científicas y con la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme) porque entendemos que un paso peligroso para los congresos, pero no podemos abordar aún este tema con el Ministerio de Sanidad al estar el Gobierno en funciones. De todas formas, hay que respetar a cada individuo y nosotros como sociedad no vamos recomendar una actitud concreta.
¿Cómo serán las relaciones con las otras dos sociedades de AP (Semfyc y SEMG) en este nuevo mandato?
Muy buenas. De hecho, Semergen les ha invitado a participar en nuestro próximo congreso nacional y estos dos presidentes estarán presentes en una de las ponencias. Asimismo, estamos trabajando conjuntamente en otros temas como troncalidad, recertificación…
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