Virginia Izura, vicesecretaria del Consejo General de Médicos
“Nunca me sentí sola porque estábamos juntas”, relataba Gata Catanna en su canción
El Plan. Se ha avanzado de un tiempo a esta parte, pero no lo suficiente. El sector de la
Medicina ha experimentado una transformación notable en las últimas décadas:
un 70 por ciento de las egresadas de las facultades son mujeres. Pese a ello, persisten las barreras estructurales que hacen imposible la equidad en el acceso a ciertas especialidades y, esencialmente, en los cargos de responsabilidad.
Virginia Izura, vicesecretaria del Consejo General de Médicos (
Cgcom), es una de las tres mujeres que conforman la cúpula de la Organización Médica Colegial y que desde hace años esa tendencia se viene revertiendo en pro de la feminización, gracias a Rosa Arroyo, vicepresidenta segunda y primera mujer en acceder a la Comisión Permanente del Cgcom, e Isabel Moya, vicepresidenta primera de dicha organización. Izura analiza en
Redacción Médica esta realidad y las estrategias para abordar la brecha de género en la Sanidad. “Se ha avanzado, pero todavía queda un inmenso camino por recorrer”, introduce.
“Ahora mismo se calcula que aproximadamente un 60-70 por ciento de los estudiantes en Medicina son mujeres”, señala Izura. Sin embargo,
su presencia no se distribuye de manera homogénea en todas las especialidades. “Las mujeres eligen en mayor proporción especialidades como
Medicina Familiar y Comunitaria o Pediatría, mientras que las quirúrgicas, tradicionalmente dominadas por los hombres, siguen teniendo una representación femenina menor,
en torno al 25-30 por ciento”.
La conciliación: el principal desafío
Las razones detrás de esta disparidad no se sustentan en términos vocacionales, sino estructurales. “Las especialidades quirúrgicas requieren una dedicación más fuerte, con más horas de guardia, y muchas mujeres, al pensar en la familia y la maternidad, terminan eligiendo otras áreas”, explica. Para revertir esta situación, Izura enfatiza
la importancia de la educación y la corresponsabilidad. “Es cuestión de que poco a poco vayamos concienciándonos de que las cargas familiares corresponden igual a ambos géneros”.
"Las mujeres pierden oportunidades de formación y promoción debido a bajas maternales, lo que dificulta el acceso a puestos de responsabilidad"
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Como apunta la vicesecretaria del organismo sanitario, el principal desafío sigue siendo la
conciliación. “Como en casi todas las profesiones,
la conciliación de la vida personal y laboral sigue siendo un reto”, subraya. En este sentido, desde la Organización Médica Colegial (OMC) se están impulsando iniciativas para mejorar las condiciones laborales de las médicas. “Este viernes, vísperas del 8M, presentaremos
nuevas líneas de acción dentro de nuestro decálogo para que tenga un impacto más práctico y no se quede solo en la teoría”.
Pese a los avances, los obstáculos siguen siendo el pan de cada día para las mujeres que quieren acceder a puestos de liderazgo. “
Existe una brecha salarial derivada de la maternidad. Aunque los salarios en la
Sanidad Pública son iguales, las mujeres pierden oportunidades de formación y promoción debido a las bajas maternales, lo que dificulta su acceso a cargos de responsabilidad”, explica Izura. Para corregir esta desigualdad, propone “
crear grupos de estudio y fomentar acciones que favorezcan la reincorporación y la formación complementaria tras la maternidad”.
Las mujeres, las principales víctimas de la violencia
Otro problema que afecta especialmente a las mujeres en la sanidad es la violencia y el acoso. Según los datos de la OMC, en 2024 se registraron más de
800 agresiones a médicos en España, “
aunque la cifra real podría superar las 4.000”. “Nos hemos dado cuenta de que esto es sólo la punta del iceberg”, advierte Izura.
Las médicas son
las principales víctimas de agresiones, tanto físicas como verbales y psicológicas.
Estas situaciones de violencia se agravan con el acoso, especialmente en determinados entornos laborales donde las mujeres siguen siendo minoría. “Muchas compañeras han denunciado situaciones de acoso, amenazas e incluso agresiones dentro del ámbito sanitario”, alerta.
"Muchas compañeras han denunciado situaciones de acoso, amenazas e incluso agresiones dentro del ámbito sanitario"
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Para combatir esta situación, la
OMC ha intensificado las campañas de sensibilización y denuncia. “
Si no nos atrevemos a denunciar, no daremos visibilidad al problema”, insiste. Sin embargo, la falta de una ley específica contra l
as agresiones a sanitarios y la escasa aplicación de penas dificultan la erradicación del problema. “
Muchas veces no se denuncia porque se sabe que luego no va a ninguna parte”, lamenta.
Desde la OMC se han puesto en marcha varias iniciativas para abordar la
violencia contra las médicas y otros profesionales sanitarios. Entre ellas, la educación a pacientes y a la población general es uno de los pilares. “
Hay que hacer que comprendan que la agresión no es aceptable en ningún caso”, subraya Izura que destaca que “la seguridad de los profesionales sanitarios debe ser una prioridad”.
Falta de equidad y de investigación sanitaria en mujeres
La falta de equidad en la sanidad no sólo afecta a la carrera profesional de las médicas, sino también a las pacientes. “Hasta ahora,
prácticamente todas las investigaciones se han realizado considerando los síntomas y la respuesta a los fármacos en el sexo masculino”, denuncia Izura. Esto ha llevado a errores en
diagnósticos y tratamientos en mujeres, cuya biología responde de manera diferente a enfermedades y medicamentos.
Ante esta situación, la OMC está impulsando la inclusión de la perspectiva de género en la
formación y la investigación médica. “
Se deben realizar ensayos clínicos específicamente dirigidos al sexo femenino y adaptar los tratamientos a las distintas etapas de la vida de la mujer”, recalca.
El avance en igualdad de género en la Medicina requiere
la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones. Izura, que forma parte de la primera generación de mujeres en acceder a altos cargos dentro del
Cgcom, reconoce que el camino no ha sido fácil. “
Siempre tenías que demostrar algo más, que tu currículum estaba detrás de ti y no sólo eras una rubia con tacones”, admite.
"Cuando tomas perspectiva y ves todo el camino que has recorrido, tanto tú como otras compañeras, te das cuenta de que quizá sí hemos roto techos impolutos"
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“Cuando tomas perspectiva y ves todo el camino que has recorrido, tanto tú como otras compañeras, te das cuenta de que
quizá sí hemos roto techos impolutos. Esta es nuestra vocación, la
Medicina, a la que tanta pasión hemos dedicado. Donde nuestras capacidades y esfuerzos nos han llevado a donde estamos. Ni más, ni menos”, afirma emocionada.
Pese a los progresos, aún queda mucho por hacer. “A veces vemos un tribunal o una mesa de ponentes compuesta solo por hombres, y eso choca”, señala. Por ello, anima a sus compañeras a no conformarse. “
Que no lo dejen estar. Que luchen con sus capacidades por estar donde deben estar. Que no se achanten”.
“Todo fue divertido hasta que viste que mi guerra jamás acabaría, porque yo era la guerra y la guerra era yo”, afirmaba Gata Cattana en
La Satine. Pese al avance, aún quedan batallas que librar, pasos que dar y victorias que celebrar.
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