Los
estudiantes de Medicina llegan a la facultad motivados por diferentes cuestiones. Algunos sienten la
vocación desde que son niños, otros piensan en continuar el
legado familiar. También los hay que acceden al
grado motivados por el
prestigio de la profesión. Pero hay otra realidad, la de los alumnos que desembarcan en estas aulas porque son buenos estudiantes con
notas excelentes en la EBAU. Estos futuros universitarios consideran que adquirir conocimientos en otras áreas para las que se exige menores calificaciones puede ser una forma de perder una oportunidad por tener una plaza en aquello que otros tanto ansían y no pueden alcanzar.
Es la situación es la que describe
Andrés García, nombre ficticio de un médico que accede a narrar su testimonio a
Redacción Médica con la condición de no hacer público su nombre para no afectar a la opinión que tienen de él sus pacientes. Expone que, en su caso, confluyeron dos circunstancias: "unas
notas excelentes que permitían el acceso y una familia de médicos a los que no quería decepcionar".
Asegura en su relato que desde niño pensó que su camino ya estaba elegido. "Viniendo de una familia de
médicos, me resultaba muy fácil a la hora de hacer los
exámenes. Por eso mis calificaciones siempre fueron excelentes. Pensaba que por ser mis padres
especialistas, ese camino ya estaba trazado para mí y solo tenía que seguirlo. Opinaba incluso que tendría mejores oportunidades, pero la realidad fue muy distinta".
Pese a que en su cabeza el camino se presentaba idílico, lo cierto es que los años de
universidad fueron especialmene complicados para este
médico. "Sacrifiqué mi
estabilidad mental y mi salud en general por terminar los estudios. Fue muy dificil. Además, sentía una presión extra por
no decepcionar a mis padres porque esperaban más de mí: mejores calificaciones, mejor desempeño... Querían que hiciera las prácticas que ellos querían en mi tiempo libre. Por todo ello, me arrepiento de mi decisión de haber estudiado
Medicina".
"En las jerarquías de hospital tú eres el último. No te respetan. Te humillan y no buscan ayudarte. Quieren que aprendas a las malas"
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En su argumentación, García asegura que "
Medicina es una carrera demasiado sacrificada y poco reconocida a nivel mundial" y señala a las jerarquías establecidas en los hospitales como las culpables de restar ilusión y ganas a las nuevas generaciones. "Son como una estructura militar en la que tú eres lo último. No te respetan. Te
humillan y no buscan ayudarte. Quieren que aprendas y seas mejor a las malas. Te enseñan a agradecer el
maltrato que estás recibiendo. Todo eso te endurece el caracter y creen que deberías estar agradecido. Si volviera atrás en el tiempo no volvería a
estudiar Medicina".
'Perder el tiempo' estudiando el MIR
Tras los tortuosos años de universidad, este médico se plantó y decidió que no seguiría el camino establecido rechazando acceder al
MIR. "Desperdicié los mejores años de mi vida
estudiando Medicina, por tanto no quise hacer el examen MIR. Creo que solo me iba a quitar tiempo y dinero. No era algo con lo que podría mejorar mis condiciones de vida. No es rentable a la larga todo el sacrificio que tengo que pasar con cuatro años más de
humillaciones y de
turnos de guardia. No lo vale. Mi tranquilidad pesa más", asegura rotundo antes de afirmar con dureza: "Ya cometí el error de
estudiar Medicina y ahora estoy haciendo algo que me gusta y que no es tan cansado".
"No hice el MIR porque ya desperdicié los mejores años de mi vida estudiando Medicina. Eso solo me iba a quitar tiempo y dinero. No era algo con lo que mejorar mis condiciones de vida"
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Explica que al declinar la opción del
MIR se preparó para estudiar
dos Máster. En su caso, se decantó por los títulos de
Medicina del Deporte y
Sexología Clínica y Terapia de pareja. Estas habilidades formativas le han llevado a obtener un trabajo en el que se confiesa "tranquilo".
Echando la vista atrás, apunta a que si pudiera retroceder en el tiempo accedería a otra rama de las
Ciencias de la Salud: "La gente no tiene la costumbre de pagar por su salud, solo por la oral. Quizá elegiría
Odontología porque se obtiene mayor remuneración y los horarios son mejores", argumenta.
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