El presidente de la Orden de Médicos de Italia, Filippo Anelli, busca soluciones a la fuga de talento del país

El presidente de la Orden de Médicos de Italia, Filippo Anelli, valora las jornadas de trabajo de los MIR.
El presidente de la Orden de Médicos de Italia, Filippo Anelli.


3 oct. 2023 7:00H
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La escasez de médicos para hacer frente al relevo generacional o la fuga de talento de los especialistas en busca de mejores condiciones laborales y salariales se han convertido en problemas comunes para los sistemas sanitarios de buena parte de los países del Mediterráneo. España puede mirarse en el espejo de otras economías de la Unión Europea como Italia, con la que comparte algunas claves en la gestión de la sanidad y que ya han comenzado a dar los primeros pasos para tratar de mejorar las plantillas de los profesionales.

El presidente de la Federación Nacional de Órdenes de Médicos Cirujanos y Odontólogos, Filippo Anelli, es una de las voces autorizadas que mejor conoce este fenómeno y que ya ha compartido su experiencia con sus homólogos españoles en su visita a Santander para participar en la III Escuela de la Profesión Médica. En una entrevista con Redacción Médica, el facultativo ha expuesto algunas de las claves que están condicionando la gestión de la sanidad en su país de origen, como el nuevo contrato que regulará la situación laboral de los facultativos suscrito a finales de septiembre o el aumento de las becas formativas para engrosar los efectivos en las facultades de Medicina. 

¿Cómo se está preparando Italia para afrontar el problema de la escasez de profesionales por el aluvión de jubilaciones?

Podemos decir que ya estamos en plena curva de jubilación. Se calcula que actualmente faltan más de 20.000 médicos entre hospitales y territorios. La situación podría empeorar en los próximos cinco años, cuando se jubilarán 41.000 médicos de Familia y gestores sanitarios, que se convertirán en 50.000 si consideramos todos los facultativos del Servicio Nacional de Salud.

Desgraciadamente, los gobiernos anteriores y las comunidades autónomas han aplicado durante décadas una planificación ineficaz, de modo que ahora nos encontramos con una anunciada escasez de especialistas en determinadas ramas, así como de médicos generales. Y los que hay abandonan cada vez más el Servicio Nacional de Salud por el sector privado, en el extranjero, donde encuentran condiciones laborales y contractuales más favorables.

Afortunadamente, este Gobierno y el anterior han aumentado las becas, hasta un total de 62.000. Pero los nuevos especialistas, que sustituirán a los 50 mil jubilados, no estarán listos hasta dentro de cuatro o cinco años. Así que ahora faltan médicos, mientras que dentro de cinco años se cubrirá el vacío. Y en diez u once años, que es el tiempo que se tarda en formar a un nuevo médico, habrá muchos nuevos especialistas y se acabará la curva de las jubilaciones. Por tanto, en lugar de pensar en formar nuevos profesionales, ahora es el momento de pensar en cómo conservar a los que ya están o a los que van a estar: aumentando el atractivo del Servicio Nacional de Salud.

Actualmente la demanda de médicos especialistas está creciendo en toda Europa: ¿puede Italia competir con otros países como Alemania, Reino Unido o Suiza?

En estos países no sólo la remuneración de los médicos es mucho más alta, sino que las condiciones de trabajo son mejores. Según datos de la OCDE, un médico italiano gana, en relación al poder adquisitivo, un 70 por ciento menos que un colega alemán y un 40 por ciento menos que uno inglés. Pero no es sólo la expectativa de un salario más alto lo que empuja a los médicos a huir de Italia y, en particular, del Servicio Nacional de Salud: cada vez son más los médicos que abandonan la sanidad pública italiana por las difíciles condiciones de trabajo, los turnos interminables, la burocracia, el estrés, las agresiones, la escasa satisfacción y la imposibilidad de influir en las decisiones de las empresas sanitarias. La falta de atractivo de la sanidad podría tener consecuencias dramáticas, ya que muchos médicos se marchan al extranjero, pero también al sector privado, al trabajo autónomo y a otros empleos.

¿Es necesaria una legislación europea para evitar la competencia desleal en las condiciones salariales de los médicos?

No se trata de competencia desleal: no debemos bajar los sueldos de los médicos. Por el contrario, debemos trabajar para obtener una remuneración adecuada en todos los países y, sobre todo, mejores condiciones de trabajo. Debemos, como he dicho, hacer atractiva nuestra sanidad pública.


"Cada vez hay más médicos que abandonan la sanidad pública por las condiciones de trabajo y los turnos interminables"



Actualmente está en curso un recurso de España ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo (PETI) por el exceso de jornada laboral de los MIR, ¿es un problema compartido con Italia? ¿Es necesaria una mayor regulación laboral para controlar sus condiciones?

Sí, es un problema común, incluso aquí la escasez de personal obliga a los médicos a hacer turnos interminables. Afortunadamente, el nuevo contrato firmado en los últimos días regula también los periodos de descanso y permite compensar las horas extraordinarias que superan el límite máximo, que antes se perdían.

Ha visitado Santander para un encuentro de la Organización Médica Colegiada (OMC): ¿qué proyectos conjuntos pueden iniciar los médicos italianos y españoles para abordar algunos de estos problemas comunes?

Nuestro objetivo es, ante todo, promover la formación continua de los médicos, también mediante el intercambio de experiencias y conocimientos para el reconocimiento europeo de los créditos de formación nacionales.  Es esencial que las órdenes lleven a cabo una acción de promoción de la formación y, por tanto, de la calidad de la práctica profesional. El redescubrimiento del papel de las órdenes profesionales representa hoy un factor de garantía para los médicos y los ciudadanos.

Otro ámbito en el que se centrará nuestra acción conjunta se refiere a la cuestión fundamental de la regulación de los procedimientos que conducen al reconocimiento de las formaciones de los médicos extracomunitarios. Existen numerosos fenómenos, a menudo poco transparentes, en toda Europa, que deben controlarse para luchar contra las prácticas abusivas y mantener la alta calidad del ejercicio profesional.

La sanidad se enfrenta a cambios como la inteligencia artificial o el big data: ¿cómo debería regularse en el contexto italiano y europeo? ¿Podría ser esto un problema para los médicos?

Creemos que la inteligencia artificial y el big data pueden ser herramientas inestimables en manos del médico, para afinar y agilizar el diagnóstico y diseñar un plan de tratamiento eficaz. Estas herramientas deben ayudar al médico en su trabajo, pero no pueden ni deben sustituirle. Además, los experimentos en este sentido no han tenido éxito: la empresa londinense Babylon Health, que había lanzado una app utilizada por decenas de miles de pacientes del Servicio Nacional de Salud, que podían elegir entre confiar en un médico o en un bot, se declaró en quiebra. Y muchos son, en la literatura, los fracasos diagnósticos, incluso groseros, de la inteligencia artificial. Pero incluso suponiendo un previsible perfeccionamiento de las capacidades de la IA en el ámbito de la salud, siempre tendrá que ser un médico, con su experiencia, sus habilidades, sus valores, quien las utilice.

¿Es necesario crear nuevas especialidades médicas para hacer frente a estos cambios?

Sin duda habrá nuevas especializaciones en el futuro, pero estas innovaciones afectarán al trabajo de todos los médicos.  Por eso estamos actualizando el Código de Deontología Médica, que dedicará un amplio espacio a la inteligencia artificial y el big data, exponiendo su potencial y sus límites éticos.
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