Pero solo se identifica el problema en uno de cada diez, según un estudio publicado en Medscape en Español

Uno de cada 3 pacientes que ingresa en el hospital presenta malnutrición
Paul Wischmeyer.


16 may. 2018 10:25H
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La malnutrición es una "epidemia hospitalaria silenciosa", según ha sostenido Paul Wischmeyer, profesor de Anestesiología, en conversaciones con Medscape en Español. "Uno de cada tres pacientes cuando ingresa a un hospital ya viene con un estado de malnutrición. Pero solo uno de cada diez es identificado. Y, de los identificados, solo uno recibe soporte enteral o parenteral. En síntesis, solo 1 de cada 100 pacientes malnutridos es tratado, lo que es importante porque [esa condición al ingreso] aumenta cinco veces el riesgo de muerte y triplica el riesgo de complicaciones", añadió.

En un nuevo consenso internacional publicado en Anesthesia & Analgesia, en el que Wischmeyer es primer autor, se recomienda que a todos los pacientes que se sometan a una cirugía programada reciban una evaluación nutricional sistemática "para identificar pacientes que necesiten una optimización nutricional prequirúrgica". Asimismo, convocó a restaurar el soporte nutricional inmediatamente después de la intervención quirúrgica.

Cuatro preguntas para identificar el problema

En la nueva guía de la American Society of Enhanced Recovery y la Perioperative Quality Initiative, los autores analizaron la literatura publicada y propusieron un puntaje para la evaluación nutricional perioperatoria en pacientes que se van a someter a una cirugía mayor.


Los expertos desalientan el ayuno previo a la cirugía


La idea es que pueda ser administrado antes de la operación en menos de 5 minutos por personal de Enfermería, y que active una intervención nutricional si una o más respuestas son positivas. Las preguntas son si el paciente tiene un índice de masa corporal (IMC) < 18,5 kg/m2 (< 20 en > 65 años); si el paciente experimentó una pérdida de peso (no intencional) mayor al 10 por ciento en los últimos 6 meses; si comió menos del 50 por ciento de su dieta habitual durante la última semana; y si el paciente tiene un nivel perioperatorio de albúmina sérica < 3,0 g/dl.

Actuar a tiempo

Los pacientes en el hospital pueden tener pérdidas de masa muscular y requerimientos nutricionales comparables, ha explicado el también codirector del Servicio de Soporte Nutricional en el Duke Clinical Research Institute (DCRI), en Durham, Estados Unidos. "Los pacientes rompen músculos y usan calorías de manera ineficiente durante meses a años después de estadías en la Unidad de Cuidados Intensivos. El cuerpo no sabe cómo afrontar este tipo de agresión o insulto a nivel metabólico", ha puntualizado.

De acuerdo con el nuevo consenso para cirugías mayores, una vez que se detecta malnutrición mediante el puntaje para la evaluación nutricional perioperatoria, se recomienda administrar durante al menos 7 días suplementos nutricionales orales ricos en proteínas (más de 18 gramos de proteína/porción en una fórmula equilibrada, 2-3 porciones/día) o fórmulas de inmunonutrición que contengan arginina y aceite de pescado. Solo cuando el paciente no puede ingerirlos, se puede recurrir a fórmulas enterales o parenterales.

Por otra parte, los expertos desalientan el ayuno previo a la cirugía. La guía propone la administración de un líquido con 50 gramos de carbohidratos 2 a 3 horas antes de la intervención, el cual debería beberse en un periodo de 5 a 10 minutos.

Una revisión sistemática de 27 estudios con casi 2.000 participantes documentó una reducción significativa pero pequeña del tiempo de internación en pacientes que recibieron carbohidratos antes de una cirugía programada, aunque el beneficio parece ser mayor en cirugías abdominales.

Comer o beber antes de la cirugía aumentaría la esperanza de vida

Finalmente, los autores del consenso coincidieron en recomendar la restauración del aporte nutricional inmediatamente después de la cirugía. En particular, Wischmeyer y sus colegas recomendaron "con consenso total" una dieta con alto contenido proteico (1,5 - 2 g/kg/d), de modo tal de prevenir la pérdida de masa corporal magra y sus consecuencias negativas sobre la recuperación funcional y la calidad de vida.

"Hay un estudio interesante en Suecia que evaluó 900 pacientes que habían sido sometidos a un procedimiento quirúrgico [por cáncer colorrectal]: los pacientes que comieron o bebieron en el día de la cirugía tenía un 42 por ciento más de opciones de estar vivos al cabo de 5 años que aquellos que no lo hicieron", ha destacado el especialista a Medscape.


"La malnutrición en el hospital es un problema muy grave con una solución muy sencilla, pero difícil de aplicar"


Al cuestionarle si siempre se necesitan suplementos o se pueden cubrir los requerimientos con la dieta, ha contestado: "Nos encantaría que los pacientes pudieran modificar la dieta antes, durante y después de la enfermedad o cirugía", aunque admitió que muchos pierden el apetito después de la internación o tienen dificultades para digerir los alimentos.

Y ha citado un estudio de 2013 sobre una base de datos de 724.000 pacientes según el cual, por cada dólar que los hospitales invierten en suplementos nutricionales orales, ahorran 52 dólares. "Es el tratamiento más costo-efectivo de todo el hospital, pero menos del 1 por ciento de los pacientes lo recibe", dijo.

Y por eso ha insistido: "La malnutrición en el hospital es un problema muy grave con una solución muy sencilla, pero difícil de aplicar. Tenemos las respuestas. Pero los médicos y pacientes no lo saben".




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