Una nueva investigación pone en valor este producto.
Ahora que son fechas de servir embutidos en las
comidas y cenas navideñas una investigación ha puesto en valor los beneficios que tiene el
jamón. Y es que,
según concluye un estudio publicado en
Wiley Online Library, el consumo diario de
40 gramos de jamón ibérico de bellota cien por cien Cinco Jotas no aumenta el
riesgo de enfermedad cardiovascular y tiene un impacto favorable en los niveles de lípidos sin afectar la presión arterial o el peso.
Anteriormente, otros estudios ya han hablado de los beneficios para la salud cardiovascular de la
dieta mediterránea. El
conocido ahora como ‘oro líquido’ que es el
aceite de oliva u otras grasas monoinsaturadas han estado asociadas con una
menor incidencia de enfermedades como el cáncer, la obesidad e incluso la osteoporosis. Pero gracias a este hallazgo se han destacado también las virtudes que puede tener la ingesta regular de este producto.
El objetivo de esta investigación, que ha sido llevada a cabo por un equipo español, ha sido evaluar el impacto que el jamón ibérico de bellota 100 por cien de Cinco Jotas (de consumo moderado) tenía en la salud cardiovascular en general y en los parámetros de lípidos, presión arterial, peso y circunferencia de cintura.
Así se estudiaron los beneficios del Jamón Cinco Jotas
Se realizó un
estudio clínico longitudinal, analítico y cuasi experimental con medidas repetidas con 105 individuos escogidos al azar en
consultas de Atención Primaria. La muestra de la población incluía tanto hombres y mujeres, comprendidos entre las edades de 25 y 55 años. Según se ha explicado en el texto del estudio, no fueron diagnosticados con ninguna enfermedad cardiovascular o con otras patologías crónicas como la
diabetes. Los encuestados no estaban recibiendo tratamientos para la tensión ni tomaban medicamentos hipolipemiantes.
En lo que respecta al periodo de tiempo, la investigación se llevó a cabo entre junio y noviembre de 2016 con cada sujeto monitoreado durante 18 semanas. Un total de nueve investigadores de AP (cinco médicos y cuatro enfermeras) más dos técnicos de laboratorio participaron en este estudio.
Los investigadores han dejado constancia de que ha habido algunas
limitaciones. Por ejemplo, la muestra consistió en sujetos jóvenes y sanos y no se incluyeron grupos de riesgo. Por lo tanto, han expresado que de cara a estudios futuros se podrían añadir comparaciones con perfiles alternativos a fin de analizar mejor el efecto del consumo de jamón en una población de riesgo o enferma.
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