El facultativo debe de indicar su rol y no preguntar por asuntos que desconoce para evitar errores

Los pasos para conseguir la respuesta perfecta de la IA
El internista del Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid), Antonio Lalueza, durante su ponencia.


23 feb. 2025 17:35H
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La Inteligencia Artificial (IA) encabeza la última revolución tecnológica del planeta. Pese a los riesgos que entraña, esta herramienta se ha convertido en una importante aliada en el diseño de soluciones a los desafíos presentes en cualquier ámbito. Entre estos, el médico. "Sin duda, ha llegado para quedarse", ha apuntado la especialista en Medicina Interna del Hospital General Universitario de Elda, María Reyes Pascual. Y es que las aplicaciones generativas ayudan a garantizar una asistencia de mayor calidad, ya que se encargan de tareas mecánicas en las que el facultativo ya no tiene que invertir tiempo. Así, su atención se focaliza únicamente en el paciente. Además, sirve como órgano de consulta para la resolución de cualquier caso clínico. Eso sí, no es perfecta, pero el sanitario puede contribuir a incrementar su grado de cierto.

"Hay que bajar un poco las expectativas con la IA", ha comentado el internista del Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid), Antonio Lalueza, durante su intervención en las XV Jornadas de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Bajo su punto de vista, este instrumento no es infalible, pero sí que puede convertirse en un buen compañero de trabajo. Para ello, hay que saber cómo preguntarle.

El facultativo ofrece un modelo para la elaboración de 'prompts', solicitud creada para la interacción entre IA y usuario. "Para estos, la mejor estructura se fundamenta en una pregunta sencilla, pero con instrucciones complejas", ha indicado. De esta forma, se generará una respuesta acertada.


"La estructura del 'prompt' se fundamenta en una pregunta sencilla, pero con instrucciones complejas"



Entre los elementos que debe contener el 'prompt' o cuestión, Laluleza ha incluido los siguientes: contexto, información específica, propósito y formato de la contestación. A partir de ahí, el especialista de Medicina Interna ha establecido los siguientes pasos para su arquitectura. Primero, dar información de fondo para ayudar a la aplicación a comprender el problema. A continuación, definir claramente la tarea a realizar por la IA, establecer restricciones para que la respuesta del modelo esté dentro de los límites deseados y ofrecer ejemplos de solución para guiar al modelo. Después, la pregunta, siempre en quinto lugar. Asimismo, ha recomendado dividir la tarea en fragmentos y mejorar las entradas para alcanzar un resultado satisfactorio.

El experto ha agregado la importancia de utilizar un lenguaje sencillo, con el objetivo de no confundir a la herramienta. Y es que, al igual que con un paciente, la tecnología necesita comprender perfectamente las instrucciones para resolver las dudas del facultativo con precisión.


La importancia de definir el rol profesional


La IA se ha convertido en la bibliotecaria del conocimiento global. Sin embargo, la información dada puede variar según ‘el interesado’ que se plante ante ella. "No dará la misma respuesta si eres un paciente o un médico", ha revelado Lalueza. Por ello, el internista ha remarcado la relevancia de indicar la profesión a la herramienta consultada. Este simple cambio se traducirá en una respuesta más técnica.

A su vez, el ponente ha fijado un límite en el uso de los instrumentos generativos: nunca preguntar por algo que se desconozca completamente. El médico que emplee este instrumento debe estar capacitado para verificar el resultado y asumir la responsabilidad legal en caso de error. "A veces, las respuestas pueden nacer en materiales desactualizados. De ahí la importancia de que el usuario puede comprobar la respuesta", ha puntualizado.


No llenarse de aplicaciones


La citada tecnología galopa rápida y seguir su paso es prácticamente imposible. Bajo el prisma de Lalueza, los interesados en servirse de esta tienen que aprender a manejar un par de ellas, pero no todas. Entre las que ha destacado, ChatGPT, Claude, Gemini o Copilot. También la plenamente sanitaria Open Evidencia, basada en publicaciones científicas, y AI for Work, especializada en la definición de 'prompts'.


"Nunca se ha de plantear una pregunta si no estamos preparados para verificar posteriormente la respuesta"



Ante un proceso asistencial limitado por la falta de tiempo y el exceso de trabajo, la IA se convierte en una oportunidad. Una llave para poner fin a los problemas de comprensión, la frustración de los usuarios y la carencia de medios para optimizar los recursos en la consulta. Al final, un ‘colega’ al que recurrir cuando es necesario, sin descuidar que el eje de la atención se basa en la relación médico-paciente.
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