José Antonio Oteo.
La
microbiota intestinal está adquiriendo en los últimos años una
gran importancia en el estudio de las causas de numerosas patologías. También en relación con este asunto, “estamos en la época del
big data y queda mucho trabajo por hacer”, explica
José Antonio Oteo, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario San Pedro de la Rioja. Con el objetivo de analizar las novedades más recientes publicadas sobre este tema, la Sociedad Española de Medicina Interna (
SEMI), organiza en el marco de su
XXXIX Congreso Nacional, que se celebra entre los días 21 y 23 de noviembre en Burgos, una
actualización sobre microbiota y su
relación con diversas patologías, como la
insuficiencia cardiaca y las
enfermedades infecciosas, en las que diferentes expertos en la materia debatirán y abordarán estas cuestiones.
La composición de la microbiota intestinal da
información sobre el microbioma. Estudios recientes han demostrado la
relación entre las
alteraciones de este conjunto de bacterias y un
número cada vez
mayor de patologías. Oteo indica que “esta microbiota juega un papel muy importante en el
mantenimiento del equilibrio/salud”
De hecho, “sabemos que la composición de la microbiota es diferente en pacientes con obesidad, infección por VIH, VHB, VHC, esclerosis múltiple… y la hipótesis de actuar sobre esta microbiota para
lograr el equilibrio perdido es muy interesante”, afirma.
El trasplante de heces, a debate
Para ello, los expertos reunidos en el Congreso de la SEMI tratarán algunas de las opciones que se han contemplado en los últimos años, como el
trasplante de heces. “Deberíamos conocer el impacto de los fármacos de uso común sobre la microbiota”, señala Oteo. “Además, se debería hacer un esfuerzo y conocer cuál es el papel que juegan los prebióticos, probióticos y, por qué no, en un momento dado, el trasplante fecal”, subraya.
"Deberíamos conocer el impacto de los fármacos de uso común sobre la microbiata"
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De cara a un futuro no muy lejano es posible que surjan
biomarcadores de riesgo fiables sobre la
microbiota humana y que pase a formar parte de las
exploraciones médicas, ayudando en el
asesoramiento dietético, los
planes terapéuticos, la selección de
regímenes farmacéuticos y
antibióticos adecuados, y facilitando las valoraciones del riesgo en trastornos crónicos.
“Las
actuaciones basadas en la
manipulación de la microbiota se harán rutinarias en muchas patologías crónicas y es previsible que la generación de conocimientos sobre probióticos y farmabióticos se adquieran por métodos más basados en la evidencia, y se consigan microorganismos, que proporcionen
profilaxis y tratamientos eficaces para diferentes trastornos”, asegura
Pablo Bachiller, adjunto del Servicio de Medicina Interna y responsable de la Consulta de Enfermedades Infecciosas – Medicina Interna, del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid.
A lo que añade que “podemos incluso preguntarnos, si se llegará a que todos los recién nacidos (especialmente prematuros y nacidos por cesárea) sean colonizados de modo controlado, a fin de garantizar la diversidad”.
Microbioma e insuficiencia cardiaca
Dulcenombre Gómez-Garre, del laboratorio de Biología Vascular del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, explica que la insuficiencia cardíaca provoca
alteraciones en la microbiota y, a su vez, estas alteraciones
agravan la enfermedad. “En pacientes con insuficiencia cardiaca, el
corazón no es capaz de bombear suficiente sangre a los tejidos, entre los que se encuentra el intestino, lo que ocasiona una alteración de la barrera intestinal”. Esto hace que “los
millones de bacterias que conviven en el intestino puedan atravesarla, llegando a la circulación sanguínea, en donde generan un
grado de inflamación que
agrava la insuficiencia cardiaca”, señala.
En la actualidad, existe un estudio multicéntrico realizado entre grupos pertenecientes al Ciber de Investigación en Enfermedades Cardiovasculares (
Cibercv) en el que se va estudiar la relación entre la microbiota intestinal y la insuficiencia cardiaca.
La insuficiencia cardiaca es una de las enfermedades influidas por las alteraciones de la microbiata
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“El potencial de este estudio es que se van a estudiar otras muchas variables, por lo que vamos a poder
investigar el papel de la
microbiota intestinal en un
contexto global. De hecho, las
principales novedades que se están produciendo en este sentido están relacionadas con la metodología para la cuantificación de la microbiota, ya que la aparición de las técnicas de secuenciación masiva (conocidas como
NGS, del inglés
Next Generation Sequencing) ha facilitado mucho su estudio pero todavía presenta algunas limitaciones, principalmente la interpretación de la gran cantidad de datos que se generan, lo cual hace que su incorporación a la práctica clínica sea lento”, expone Dulcenombre Gómez-Garre.
La insuficiencia cardiaca es solo una de las enfermedades influidas por las alteraciones de la microbiota. Oteo señala que estas alteraciones, “si no se reparan por los denominados mecanismos de resiliencia, puede dar lugar a
disbiosis”, que a su vez, “se ha asociado con un creciente número de procesos patológicos que van desde la caries dental al cáncer”. Por otro lado, ciertas infecciones, como el VIH y el VHC “alteran la composición de la microbiota a nivel intestinal, propiciando la
translocación bacteriana y la puesta en marcha de
cascadas inflamatorias que parecen ser responsables del
aumento del riesgo vascular que presentan estos pacientes”.
Por todo ello, son necesarias actualizaciones como la del Congreso de la SEMI. En relación a la microbiota, “en muchos casos, desconocemos si ‘fue primero el
huevo o la gallina’ y hay que seguir generando datos”, concluye Oteo.
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