Jesús Canora, coordinador del Grupo de Trabajo de Gestión Clínica de la SEMI.
La especialidad de
Medicina Interna es la que se encuentra mejor posicionada para hacerse cargo de la
Dirección médica de un hospital. La razón, según afirman desde la especialidad, no es otra que la
“visión global” que tiene este profesional sanitario de lo que ocurre en el Sistema Nacional de Salud (
SNS), tanto en la
atención hospitalaria como en la Primaria. Esa es, justamente, la ‘radiografía’ que hace
Jesús Canora, coordinador del Grupo de Trabajo de Gestión Clínica de la Sociedad Española de Medicina Interna (
SEMI). “Si quieres ser directivo de hospital, lo primero que necesitas es una
visión desde cierta altura, para ver cómo están todas las unidades que se relacionan dentro del hospital. Y yo no veo una especialidad mejor que Interna para tener esa visión”, afirma.
Esa capacidad de ampliar la mirada y recibir una información detallada de lo que ocurre en todo el complejo asistencial la percibe el internista por su propio desarrollo profesional. Una de las características fundamentales para lograrlo es, según señala Canora, “el
trabajo en equipo y multidisciplinar” del que toma parte el profesional de Medicina Interna. “Dependemos al cien por cien de Enfermería, y eso es algo que tenemos muy interiorizado. Lo adquirimos desde la residencia, porque es muy importante”, recalca como ejemplo del buen trabajo conjunto entre sus especialidades.
Ese flujo colaborativo se acentúa cuando el propio facultativo tiene que hacerse cargo de “muchas” interconsultas. Algo que le permite al internista observar cómo funcionan los Servicios quirúrgicos, el Servicio de Ginecología, o incluso “el Servicio más alejado de Interna”, que no es otro que Pediatría. El hecho de participar en los
procesos sanitarios en varios de los departamentos asistenciales hace que Interna adquiera un valor añadido para poder desplegar sus conocimientos y experiencias en la Dirección del centro.
Experiencia en varios ámbitos, vital para la dirección asistencial
Y esa es, justamente, otra de las características que hace de
Interna una de las especialidades ‘reina’ para hacerse con la Dirección del hospital. “Los internistas lideramos la
atención de los pacientes adultos en el hospital. Hay muchas especialidades, sin quitar mérito a ninguna, que se centran en procesos definidos y abordan todo el procedimiento de una determinada patología que normalmente siempre tiene la misma manera de actuación. Nosotros atendemos a pacientes que no sabemos exactamente qué es lo que tienen. Son enfermos que presentan
muchos problemas de salud juntos y nosotros tenemos que decidir cuál es el más importante para priorizarlo”, explica Canora. A su vez, remarca que esa experiencia tiene una importancia relevante, y que añadido a la gestión de casos variables y a la toma de decisiones, hacen al especialista de Interna un
médico directivo potencial.
“Lo que hace la experiencia profesional es que te permite tomar decisiones de forma rápida y con la mayor evidencia posible para un problema que no tiene una colusión fácil”, incide el facultativo. Y es que, el propio Canora comenta que en las decisiones que toma el profesional sanitario juega un papel relevante el
conocimiento propio, así como el hecho de
compartir opiniones e ideas con el resto de compañeros del Servicio. Una actitud profesional que al propio internista le servirá para llevar a cabo su labor en la gestión del hospital, según asegura Canora: “Vas a tener que actuar de la misma manera que actúas como médico, con la visión estratégica de tener que buscar cuáles deben ser los
puntos más conflictos al problema para tratar de solucionarlos”.
Identificar lo que no esté funcionando bien, analizar sus causas y saber priorizar el principal problema es lo que un director médico debe hacer para que el hospital siga su curso, porque, según señala Canora, “los recursos son los que son y se trata de intentar buscar soluciones”. “La
categorización de los problemas con sus posibles orígenes y soluciones te permite tener una mentalidad con la que sentirte capaz de afrontar las tareas de gestión”, señala.
Familia, la otra especialidad más óptima
Por otro lado, el internista afirma que todo director médico, además de su experiencia médica, debe profundizar sus conocimientos en
cuestiones legales y de regulación normativa, así como en tecnicismos de gestión como los
acuerdos marcos o presupuestarios.
A pesar de eso, Canora indica cuál es otra de las especialidades médicas que mejor puede dirigir el hospital: “Una especialidad que sería buena en puestos de gestión sería
Medicina de Familia. Tiene una visión generalista y toca muchas especialidades. Puede ser útil también para gestionar el hospital”.
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