Juan José Ríos, de La Paz, ha alertado de que no se puede improvisar lo que se va a contar al enfermo y su familia

En la comunicación con el paciente, el médico debe llevar la iniciativa
De izquierda a derecha: Adrián Montaño, Cristina Macía, Juan José Ríos, Daniel Martín y Marcela Gracia.


23 nov. 2017 9:20H
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POR MARCOS DOMÍNGUEZ
En la comunicación con el paciente, el internista debe llevar la iniciativa todo el tiempo. Con la escasa formación que hay en este asunto (normalmente, quien quiere aprender lo hace de forma autodidacta, tomando como referentes modelos cercanos), es fácil no saber responder a una situación comunicativa al nivel que se espera.

Juan José Ríos, internista de La Paz, ha hecho un llamamiento para que los residentes mejoren en este aspecto desde el principio. "Los médicos comunicamos continuamente: con los pacientes, con nuestros propios compañeros", ha advertido en el marco de la mesa sobre 'El lado oscuro de la residencia', que forma parte de la 'Tarde del Residente' del 38 Congreso de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

"No hay una metodología definida en la comunicación médico-paciente".

Los pacientes creen que el médico comunica entre regular y mal. Ríos hace hincapié en que la comunicación establece una relación de confianza con el paciente, por lo que ésta no puede ser violada: son tristemente comunes las 'conversaciones de ascensor' donde los residentes revelan aspectos de su trabajo sin tener en cuenta que están rodeados de pacientes y familiares.

El internista de La Paz ha dado las claves para que la comunicación sea la adecuada. Lo primero, es preparar lo que se dice; por eso es importante no improvisar, por ejemplo, si alguien le alcanza por el pasillo. Con decir "en diez minutos le atiendo" será suficiente.

Hay que tener en cuenta, continúa Ríos, que el paciente –y los familiares– no le piden al médico un diagnóstico precipitado, pero sí un pronóstico: ¿qué va a ocurrir en las próximas horas? "Podemos no saber qué tiene, pero sí hay que saber qué vamos a hacer con el enfermo".

El contexto tampoco puede ser obviado, pues muchos de ellos vienen ya previamente informados y 'googleados'. El 'listillo' es una figura más habitual de lo que parece y no se puede desdeñar. El lugar y el momento en que hablar también es fundamental, y siempre hay que dar un plan de futuro, según el especialista: ofrecer soluciones y esperanzas "que no estén infundadas". Y si no la hay, asegurar al familiar y al paciente que "vamos a acompañarle hasta el final".

Una o dos mensajes clave

Juan José Ríos también ha hablado de la comunicación con otros colegas, principalmente en congresos médicos. "El secreto es ensayar", sostiene. Ante el espejo, familiares o conocidos, no hay que ir a una ponencia sin haberla practicado antes.

El internista ha destacado que solo hay que dar una o dos ideas fundamentales y olvidarse del afán completista. Conocer el lugar donde se imparte la conferencia también ayuda a relajarse ante el momento de la presentación. Y ha finalizado con un apunte: "Todo se hace mucho más digerible si nos cuentan una historia".

Aspecto de la sala durante la conferencia.

Aspecto de la sala durante la conferencia.


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