No comer a ciertas horas. Esto es lo que propone el
, una práctica extendida en el último año, alabada y criticada a partes iguales por la comunidad médica y científica. Un nuevo estudio inclina la balanza al señalar su
Científicos de Estados Unidos e India estudiaron la relación entre esta técnica nutricional y los resultados en salud, analizando la solidez de la evidencia en los estudios recientes. Son varios los estudios que habrían demostrado el
impacto positivo del ayuno en la salud, si bien, hasta ahora no se había evaluado la calidad de los hallazgos en su conjunto. Esta investigación, publicada en JAMA Network, evaluó once metanálisis de ensayos clínicos aleatorizados en los que se describen los efectos en la salud asociados al
ayuno intermitente en casos de obesidad.
El equipo de expertos detectó hasta 6 asociaciones "estadísticamente significativas" en las que se demostraba el impacto del
ayuno intermitente en la
pérdida de peso, con una calidad en la evidencia de "moderada a alta". La práctica incluyó casos de interrupción de la ingesta en días alternos sin consumir calorías, ayuno modificado, dieta y comidas con restricción de tiempo.
En los tres meses de media que duró el seguimiento, se observaron efectos beneficiosos directamente relacionados con esta práctica en el
27 por ciento de los pacientes. Estos se reflejaron en el índice de
masa corporal, peso, masa grasa, el colesterol, los triglicéridos, la glucosa plasmática en ayunas, insulina en ayunas y la presión arterial. Su realización también se asoció a una reducción de la grasa.