Javier Moreno, autor principal del estudio.
Una encuesta publicada en la
Revista Clínica Española revela que el 30 por ciento de los
tutores MIR de
Medicina Interna no ha recibido nunca
formación específica sobre su
actividad docente.
El
artículo se basa en entrevistas a 110 tutores de Medicina Interna de 13 comunidades autónomas. A la vista de las respuestas, los autores consideran que se debe disminuir la
ratio de residentes por tutor y mejorar la calidad de la tutorización con formación específica.
La ratio ideal sería de dos o tres residentes por tutores, excepcionalmente cuatro
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Casi nueve de cada diez docentes (el 88,2 por ciento) respeta la ratio de
cinco residentes por tutor, pero cerca de la mitad, el 46 por ciento, cree que la proporción debería disminuir para poder optimizar su labor.
Ratio de residentes por tutor
“Si se quiere tutorizar de forma personalizada y adecuada a los residentes, desde luego que se debe bajar la ratio”, comenta a
Redacción Médica Javier Moreno, internista del Miguel Servet de Zaragoza y autor principal del estudio.
En su opinión la ratio ideal se situaría en
dos o tres residentes, cifra que “podría subir a cuatro residentes siempre y cuando se dejara un tiempo suficiente a los tutores dentro de su horario laboral para desarrollar esta labor”.
La formación del tutor procede principalmente de colegios médicos, “algunas unidades docentes o
incluso laboratorios”, además de cursos por parte de sociedades científicas, pero “en gran número de casos la formación directamente es inexistente, algo que consideramos un problema grave”.
Evaluación de residentes
Moreno considera que son las sociedades científicas las que deben jugar un papel clave en este aspecto, “por conocer mejor las particularidades de sus residentes y tutores”. Pero apunta:
hay otro 50 por ciento necesario para realizar su labor, la motivación.
El 61% de los tutores creen que no se realiza bien la evaluación de residentes
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Hay otro aspecto muy importante revelado por la encuesta: casi dos de cada tres tutores, el 61 por ciento, cree que
no se está realizando bien la evaluación de los residentes. Se trata de formas de evaluar “obsoletas y poco objetivas”, en palabras de Moreno.
“Hacer un papel con unas notas al final de las rotaciones no evalúa de forma objetiva los conocimientos adquiridos”, sentencia.
Evaluación individualizada
“No se puede evaluar a todos los residentes de la misma forma”, considera el internista. Por eso, se hacen necesarias “herramientas más modernas que permitan poner en valía los
conocimientos y capacidades propias de cada residente”.
El mayor tiempo para la tutorización y la disminución de la ratio de residentes por tutores “puede hacer que
los programas formativos se adapten de forma más personal, al igual que las evaluaciones”, concluye el autor principal del estudio.
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