Rafael Domínguez.
La importancia de los
internistas es cada vez mayor en la
práctica privada, a pesar de la concentración y la creación de los grandes grupos hospitalarios. Así lo sostiene
Rafael Domínguez, coordinador del grupo de trabajo de Práctica Privada y Concertada de la
Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Aunque la práctica es similar al internista de la pública, pequeños detalles (el conocimiento de los seguros o el tratamiento de los accidentes de tráfico) diferencian su actividad.
¿Cómo surgió la idea de crear el grupo dentro de la SEMI?
El grupo nace por la necesidad del internista que trabaja en la privada de ponerse en valor. Mucha gente no conoce la importancia del internista para los hospitales privados en este momento y, en un entorno en el que se están generando grandes grupos hospitalarios, se está convirtiendo en el eje fundamental del hospital. Es decir: los hospitales están funcionando, tanto en la pública como en la privada, gracias a los internistas, porque es una especialidad polivalente, conocedora del paciente ingresado, puede tocar todos los puntos y es muy rentable para los grandes centros hospitalarios.
¿En qué proyectos está trabajando el grupo?
He cogido el grupo hace apenas dos años y hemos hecho bastantes actividades. Mesas redondas en los congresos nacionales de Medicina Interna, en las que invitamos a gente de nuestro país a explicar el papel del internista en nuestra realidad; hemos traído también al presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina Interna, probablemente en el próximo congreso venga alguien de otro país.
"Es más rentable tener a un equipo de internistas con el apoyo puntual de otras especialidades"
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Hemos puesto en marcha el primer máster en Medicina Interna Privada y Concertada, que ha sido un éxito absoluto. Se ha intentado explicar a los internistas aquellas pequeñas diferencias entre la privada y la pública: el conocimiento de los seguros, las entidades privadas, Isfas y Muface, el tratamiento de los accidentes de tráfico… Esas diferencias administrativas, jurídicas –hubo una parte de ética también– que tienden a referenciar al internista como una parte fundamental de los grupos hospitalarios privados de nuestro país. La Medicina Interna es cada vez más importante para la medicina privada de nuestro país, y para la pública también. Está creciendo de forma exponencial.
¿Hay diferencias sustanciales entre un internista que trabaja en la pública y el que trabaja en la privada?
Hay varias diferencias. La primera es que el tipo de paciente que muchas veces vemos no es el mismo. Dependiendo de la entidad del hospital, a veces el internista de la pública puede tener más apoyo de especialidades y el de la privada asume competencias porque no existen las especialidades en su centro, pero básicamente es similar.
¿Cómo ve el internista público al privado?
Muchas veces el trabajo del internista privado no es tan conocido y no es tanto por culpa de otros como propia. A veces la actividad privada es extenuante, larga y muchas veces no publicitamos las cosas que hacemos de la forma que hacen otros. La realidad del grupo también ha sido para intentar darnos a conocer, ver la importancia que tenemos y ver que la medicina privada tiene una Medicina Interna al menos tan buena como la pública.
¿Es atractiva la práctica privada para el internista?
En este momento sí, y cada vez más. Tendemos a ir hacia hospitales dirigidos y coordinados por internistas que tendrán el apoyo puntual de especialidades. Piense que el servicio de Urgencias está muchas veces copado por internistas, la propia Medicina Interna y Geriatría, pero cada vez en más servicios de hospitales públicos y privados el internista se está haciendo cargo de pacientes pluripatológicos de otras especialidades como pueden ser cirugía vascular, traumatología, etc. El internista está creciendo, está en un momento en el que tiene que estar muy preparado, en el que tiene que tener una capacidad formativa enorme y está en un momento muy bonito de la especialidad.
Los hospitales privados suelen ser más pequeños que los públicos. ¿La súper especialización es más difícil?
Es una tendencia que hubo en los últimos años, pero en este momento el valor del internista está en su capacidad multidisciplinar y de poder atender a un buen número de patologías diferentes. Con los grandes grupos hospitalarios de la actualidad, esa idea de que los hospitales privados sean más pequeños está tendiendo a desaparecer. Los hospitales privados están creciendo y, dentro de eso, han identificado al internista como referente fundamental para el tratamiento de los pacientes, entre otras cosas, porque es muchísimo más rentable tener a un equipo de internistas que lleve a un gran número de pacientes con el apoyo puntual de especialidades que la creación de varios servicios distintos.
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