La coautora del estudio, Mary Cushman.
14 nov. 2017 12:10H
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El riesgo de coágulos sanguíneos aumenta con la cantidad de tiempo que se pasa viendo la televisión, incluso si las personas realizan la cantidad recomendada de actividad física, según una investigación de la Universidad de Vermont (Estados Unidos).
Aunque mirar la tv de manera prolongada ya se ha asociado con enfermedades cardiacas que bloquean las arterias, los autores asegura que es el primer estudio en una población occidental que analiza los coágulos sanguíneos en las venas de las piernas, los brazos, la pelvis y los pulmones, conocidos como tromboembolismo venoso (TEV, por sus siglas en inglés).
Para llevar a cabo el trabajo, presentado en las Sesiones Científicas 2017 de la Asociación Americana del Corazón, que se celebran en la ciudad estadounidense de Anaheim, participaron 15.158 ciudadanos de mediana edad (45-64 años). Los científicos encontraron que el riesgo de desarrollar un tromboembolismo venoso por primera vez era 1,7 veces más alto en aquellos que informaron que veían la televisión 'muy a menudo' frente a aquellos que miran televisión 'nunca o rara vez'.
También hubo un riesgo 1,8 veces más de TEV en aquellos que cumplieron con las pautas recomendadas para la actividad física e informaron de que veían la televisión 'muy a menudo', en comparación con aquellos que dijeron haber visto la televisión 'nunca o rara vez'.
Según la coautora del estudio, Mary Cushman, "ver la televisión en sí no es malo, pero solemos comer algo y quedarnos quietos durante periodos prolongados mientras la miramos".
Una enfermedad común en Estados Unidos
Se estima que cada año, entre 300.000 y 600.000 personas en Estados Unidos desarrollan tromboembolismo venoso, por lo que es el diagnóstico vascular más común después de un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular. Aunque es más común en personas de 60 años o más, puede ocurrir a cualquier edad. Además de evitar la televisión prolongada, se puede reducir el riesgo de tromboembolismo venoso manteniendo un peso saludable y estando físicamente activo.
En palabras de la especialista, "los profesionales de la salud deben tomarse tiempo y preguntar a los pacientes sobre su estado físico y su vida sedentaria, como, por ejemplo, cuánto tiempo pasan sentados frente a la televisión o delante de un ordenador". En ese sentido, "si tiene un mayor riesgo de tromboembolismo venoso debido a una operación reciente, embarazo o parto reciente, cáncer o un coágulo previo, su médico puede recetarle anticoagulantes o recomendarle que use medias de compresión".
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