La gestión del
tiempo de la consulta es uno de los problemas cruciales de la
Atención Primaria. La
sobrecarga de pacientes impide dedicar los minutos necesarios a cada uno de ellos, algo que se agrava con la incorporación de aquellos que acuden al centro de salud con carácter de urgencia,
sin cita previa.
Ante esta cuestión, muchos han mirado hacia la reorganización del sistema de
gestión de la consulta casi como una varita mágica que permitiría aliviar la parte del trabajo que no aporta valor añadido y concentrar el tiempo en aquellos pacientes que más lo necesiten.
Cervera: "El paciente no tiene por qué contarle lo que le pasa a la persona que está en el mostrador"
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Jordi Varela, consultor especializado en gestión clínica (no en vano fue gerente de los hospitales de la Santa Creu i Sant Pau y el Hospital del Mar), propone un su blog tomar como inspiración la implantación del
triaje en las urgencias hospitalarias y
aplicarlo en Primaria para “generar un modelo de selección propio, pero antes deberían ser capaces de estructurar
equipos de cabecera, un nuevo formato colaborativo entre médicos y enfermeras de Familia, que también debería incorporar trabajadores sociales, administrativos y otros profesionales de apoyo”.
Tras un periodo de formación específica “de los administrativos asignados a ella”, estos serían capaces de derivar el paciente al profesional más adecuado para atender su consulta:
médico, enfermera, trabajador social o el propio administrativo. “El hecho de ordenar la demanda con criterios profesionales es clave para mejorar la capacidad resolutiva, la efectividad clínica y el
burnout”.
Problema legislativo
Esta medida, para la coordinadora del grupo de Gestión Sanitaria de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen),
Inmaculada Cervera, se encuentra un “problema de legislación”, que ejemplifica en una frase: “El paciente no tiene por qué contarle lo que le pasa a la persona que está en el mostrador”.
Lo que produce distorsión al médico de Familia es, para ella, la asistencia que llega sin cita previa, “sin ningún filtro y que
interrumpe constantemente la consulta, teniendo que determinar si es urgente o no”.
En su centro de salud en Requena (Valencia) tuvieron la experiencia de triaje para los pacientes sin cita previa y, al estilo del hospital, lo realizaba
Enfermería, que “valoraba si el paciente había que verlo de forma inmediata, a última hora o posponiendo la consulta con una pequeña recomendación”.
Filtrar la patología 'banal'
Según Fernández-Pro, más que un aumento de plantilla "a tontas y a locas, de lo que se trata es de ordenar con sentido común"
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El presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG),
Antonio Fernández-Pro, abunda en que “vienen sin cita previa, fuera de agenda, y hay que acoplarlo en una agenda que la inmensa mayoría de las veces
está llena”.
Fernández-Pro es partidario de un triaje de Enfermería que pueda filtrar y hacerse con toda la patología ‘banal’ que acude sin haber pedido cita. Y para ello considera suficiente “una
formación respecto a unos protocolos concretos para marcar cuáles son los circuitos” más que un aumento de plantillas “a tontas y a locas, primero, porque no es viable, y segundo, porque es insostenible. De lo que se trata es de ordenar con sentido común”.
Cervera coincide con el punto de vista del presidente de SEMG. “Más que personal, lo que hace falta es reestructurar la actividad de otra forma y
rehacer un poco los horarios, utilizando mejor los recursos”, ya que “
la actividad de la enfermera está más diluida que la del médico, que está sentado en consulta todo el tiempo, y en esa laxitud puede haber huecos que gestionar de manera más eficiente”.
No obstante, advierte de que “no todos los cupos de médicos tienen enfermero”, considerando interesante retomar “la
unidad médico-enfermera”, con unos protocolos consensuados, para valorar que el paciente pase a consulta y no ocurra como ella mismo ha vivido, “que
un paciente que viene por un infarto esté esperando más de dos horas a la puerta: en el mostrador decía que tenía náuseas, una angustia y ya”.
Menos burocracia
Por su parte, el presidente de la SEMG apunta que el triaje administrativo puede ser útil, ya que “el médico de Atención Primaria
tiene que dejar de ser administrativo de otros: hemos visto que un paciente ingresa en el hospital y la
baja tiene que darla el médico de cabecera, que ni siquiera ve al paciente”.
La reorganización de la Primaria para dotar de más sentido a las acciones, estandarizando y protocolizando la asistencia y el trabajo en la unidad médico-enfermera es vital para mejorar la eficiencia de la atención de los profesionales del primer nivel.
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