Una médica probando las gafas de realidad virtual.
La
realidad virtual marcará un punto de inflexión en la
Medicina de Familia. Primero, en la etapa formativa, para después implementarse en la práctica clínica, según señalan desde la especialidad. Si bien en Familia opinan que su irrupción ha venido para quedarse, confían en que la realidad virtual signifique un paso hacia delante en la especialidad. “Esto te posibilita ir a una consulta de otro especialista. Por ejemplo, sin tener que salir del país, podrías estar en la consulta de una eminencia en Bélgica. Y lo puedes hacer a través de la realidad virtual”, comenta
Elena Quintas, médica de Familia en Ponferrada y en el Hospital del Bierzo (Castilla y León).
Esta tecnología podría implementarse en la
sanidad española en general. Sus profesionales afirman que mediante la realidad aumentada pueden ejercer de manera novedosa y en colaboración con el resto de sanitarios del sistema, también con profesionales de fuera del país. No obstante, en la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (
SEMG) inciden en que la realidad virtual se implementará primero en el ámbito formativo. “Es una herramienta estupenda para la formación”, ha valorado
Benjamín Abarca, ex presidente de la sociedad médica. Y es que la propia SEMG es la primera institución que ha puesto en marcha esta tecnología de manera “global”. Y lo ha hecho en su
29º Congreso Nacional, celebrado en Granada (Andalucía).
Elena Quintas, médica de Familia en Ponferrada y en el Hospital del Bierzo (Castilla y León).
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Taller de realidad virtual en el 29º Congreso Nacional de SEMG.
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“Lo que pretendemos con esto es visualizar que las capacidades de esta herramienta son inmensas y aplicables a casi todas las áreas de la Medicina. Son, además, compatibles con formatos que tenemos ahora en marcha”, explica Abarca. A su vez, añade que el objetivo de la sociedad médica es “compatibilizar” este formato con otros en el proceso formativo, para que tanto residentes como todos aquellos profesionales sanitarios que estén inmersos en la formación puedan
adquirir conocimientos de forma más innovadora. “Una de las utilidades de la realidad virtual es para la gente que está aprendiendo. Por ejemplo, hacer prácticas con esta tecnología pudiendo tener al paciente in situ gracias a la realidad virtual. Así, se podría hacer una ecografía o una intervención quirúrgica a pie de cama.
Tiene mucho nivel práctico y muchísima utilidad”, añade Quintas.
Imagen que el médico ve con las gafas de realidad virtual.
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Realidad virtual en la consulta
Si bien desde la SEMG recalcan que están “empezando” con la realidad virtual, le auguran un futuro muy esperanzador, aunque todavía lejano. “Implementarlo en la práctica clínica sería un siguiente paso. Nosotros aquí lo implementamos en la formación, que es donde nosotros hemos encontrado un valor inmediato. El tiempo nos dirá hasta dónde podemos llegar”, comenta Abarca.
Y es que la sociedad médica, hoy por hoy, está en eso, aunque recalcan que, si puede aportar otras cuestiones, bienvenido será. “Ahora mismo estamos para
implementarlo en la formación, que parece que tiene unas capacidades increíbles”, indica Abarca.
Otra de las ventajas que tiene la realidad virtual es, tal y como señala Quintas, el
ahorro económico para el Sistema Nacional de Salud (SNS). “A través de la realidad virtual imagina si pudiéramos hacer una atención al domicilio sin salir del centro de salud. Ahorraría costes, desplazamientos de los propios sanitarios y también del paciente”, argumenta.
Benjamín Abarca, ex presidente de la SEMG.
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