Francisco Atienza, de Semergen; y Manuel González, de SEMG Valencia.
Las diferentes ofertas que coexisten en el Sistema Nacional de Salud (
SNS) en cuanto a los
incentivos económicos para fidelizar a los médicos de Familia rurales crean una pugna interterritorial que en anda beneficia a la
sanidad española. Es la reflexión que comparten en el
primer nivel asistencial, tras conocer esta semana que la recién nombrada
Conselleria de Sanitat de la Comunitat Valenciana está manos a la obra para elaborar
marcos normativos independientes en algunos departamentos de salud rurales para ‘atar’ a sus médicos de cabecera. Es por ello que desde Medicina Familiar y Comunitaria (
MFyC) abogan y reivindican que el
Consejo Interterritorial del SNS sirva como ‘juez’ para “armonizar los incentivos” en todo el Estado.
Desde Valencia han anunciado que las
áreas de Vinaròs, Requena, Orihuela y Elda son algunas de las que contarán con el nuevo marco normativo. Tal y como explicó este diario, en dicho documento se estipularán, entre otras cuestiones, los
incentivos económicos y curriculares que obtendrán los especialistas que trabajen en esas
zonas de salud. “El problema que tenemos es que podemos entrar en una
guerra entre comunidades autónomas y eso me parece que puede ser peligroso. Creo que el
Interterritorial debería abordar de manera seria este problema y armonizar los incentivos, porque sino entraremos en una guerra sucia entre CCAA”, valora a este diario
Francisco Atienza, vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (
Semergen).
En el primer nivel asistencial del
sistema sanitario español coinciden en que las
políticas de fidelización sanitaria hay que ponerlas en común, por el bien del sistema. “Hay que armonizarlo, porque sino entraremos en el escenario de a ver qué comunidad capta más médicos y de qué manera. Es un perjuicio para todo el
Sistema Nacional de Salud”, argumenta Atienza. A su vez, el especialista recalca que “es necesaria una mejora económica seria” en toda la
Atención Primaria, aunque con una “armonización de las diferencias económicas” de las comunidades autónomas, así como la
homogeneización de las condiciones laborales.
No obstante, más allá del papel fiscalizador del Interterritorial, desde
Medicina de Familia señalan que el marco normativo valenciano deberá detallar fundamentalmente la cuantía de los incentivos económicos y la duración de los contratos. “Tenemos que ver cómo especificará el marco normativo
a cuánto se pagarán las guardias. A partir de ahí, habrá que negociar si es o no adecuado y ver hasta cuánto está dispuesto a dar la consejería por hacer las guardias y llevar a cabo la atención continuada”, añade
Manuel González, presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia en Valencia (
SEMG Valencia).
La Primaria valenciana, a la espera de la llamada de la consejería
Hoy por hoy, las
sociedades médicas de la especialidad no han recibido la llamada de la
nueva Conselleria de Sanitat de la Comunitat Valenciana para sentarse y hablar sobre las medidas que desde el Consell están trabajando. “Está claro que algo tienen que hacer para que las plazas sean atractivas”, incide González, señalando que esperan reunirse con el equipo de
Marciano Gómez en el próximo mes de septiembre. “El consejero nuevo no nos ha citado a ninguna reunión. Me imagino que nos llamará a partir de septiembre para ver por dónde van los tiros”, señala.
Pero más allá de las
medidas económicas, el primer nivel asistencial aboga por implementar una batería de medidas que contribuyan a la fidelización de sus médicos. “Las medidas de mejora de las condiciones de trabajo pasan por no tener mucha sorpresa en la consulta. Es decir, que sea una
consulta reglada, con un número de pacientes razonable, que siempre sean tus pacientes y que si se asumen otros cupos que estén compensados, no puede salir gratis”, detalla Atienza.
Medidas implementadas en las CCAA
Y es que últimamente algunos territorios del país han puesto en macha políticas sanitarias para tratar de
fidelizar sus propios médicos de Familia. Extremadura y Galicia son dos de esas regiones. La primera de ellas ha llevado a cabo
mejoras salariales que afectan a los trabajadores que realizan turnos, así como para
retener a los residentes que se forman en la región o para incentivar las denominadas
plazas de difícil cobertura. Galicia, por su parte, ha ido más allá,
ofreciendo a los MIR de Medicina de Familia un contrato ‘puente’ de tres años para fidelizarlos en los
centros asistenciales gallegos.
Madrid es otra comunidad autónoma que también ha trabajado en el ‘camino’ de la fidelización de sus médicos generales. La región central cuenta con un programa que ofrece un contrato de tres años a todos los
residentes de Atención Primaria que finalicen su periodo de residencia. Además, contempla un
plus de 450 euros mensuales adicionales por ocupar un puesto de categoría deficitaria y un
incremento adicional de 500 euros al mes en los salarios de aquellos especialistas que trabajen en el
turno de tarde fijo. Mientras tanto,
Castilla y León ‘reserva’ un 25 por ciento de la jornada laboral del MIR para
formación e investigación, con la posibilidad de realizar un máster gratuito.
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