José Ignacio Ramírez Manent, nombrado mejor médico de Familia de España

José Ignacio Ramírez Manent ha sido nombrado como el mejor médico de Familia de España por la Real Academia Nacional de Medicina (RANM). El facultativo recoge este martes el premio que ha logrado por unanimidad, ya que el tribunal de la RANM decidió que la labor de médico que Ramírez lleva realizando tiempo en el centro de salud de Santa Ponça (Mallorca) merecía ser galardonada. Además de su experiencia en consulta, el facultativo también ha abrazado el escenario de la investigación, llegando a redactar más de 120 artículos científicos en revistas nacionales e internacionales, junto con numerosos capítulos en diferentes libros de Medicina.

El especialista se licenció en Medicina por la Universidad Autónoma de Barcelona en 1983, aunque pronto hizo la maleta para volver a las Islas Baleares, dejando su Menorca natal y trasladándose a Mallorca, escenario donde desarrolló toda su carrera como profesional médico.

El facultativo se doctoró en Medicina y Cirugía por la Universidad de Las Palmas (2008) y actualmente ejerce como profesor dando clases en la Facultad de Medicina de la Universidad de las Islas Baleares, además de la Universidad Pontificia de Comillas (Cesag) en los grados de Enfermería y de Educación Física y Deporte, donde también es profesor de Anatomía. A nivel de colaboraciones externas, forma parte de otras universidades, como la de Castilla-La Mancha y la Autónoma de Madrid.

Uno de los hitos conseguidos por el profesional fue la de ponerse al frente del primer y hasta la fecha único laboratorio de investigación de Atención Primaria de Baleares. Junto con el especialista Josep Corcoll dirigió la iniciativa para que todos los centros de salud de la geografía balear pudiesen contar con un ecógrafo, elemento fundamental dentro de la Atención Primaria. Además, más adelante llegó a consolidar el programa de cirugía menor en los centros de salud hace ya más de dos décadas.

Consolidación de la rehabilitación cardíaca en Mallorca

Otro de los logros en que Ramírez estuvo más que involucrado fue en la consolidación de la rehabilitación cardíaca en la isla de Mallorca cuando el antiguo hospital de Son Dureta, le derivó pacientes, permitiendo que mejorasen enormemente su salud. Todo ello se logró gracias a que el especialista asentó las bases del programa Eficar, extendiéndose por los principales centros sanitarios de la isla balear.

Más allá de su labor como profesor y sus trabajos ligados a investigación, el facultativo pasa su día a día en el centro de salud de Santa Ponça, una edificación compleja con un total de cinco unidades básicas que tiene como objetivo atender a la mitad de población de Calvià, uno de los municipios más poblados de toda la isla.