Antonio Pablo Martínez, Lai Homedes Celma, Javier Marzo Arana y Francisco Vicente Martínez.
La
medicina rural se enfrenta a un momento crítico que la pone en peligro de extinción ante la falta de profesionales sanitarios, la despoblación de las zonas rurales y la escasez de incentivos que hagan atractivos estos puestos. Así se ha puesto de manifiesto en la mesa '¿Le quedan oportunidades a la Medicina Rural en la España vacía?', en el
43º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
“La situación actual es bastante mala y
el futuro se presenta todavía mucho peor a no ser que la Administración se implique y se comprometa a explorar todos los caminos posibles para dar una solución satisfactoria tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios”, explica
Pablo Antonio Martínez Barseló, presidente de Semergen Aragón y moderador de una mesa compuesta por
Laia Homedes Celma, médico rural y miembro del grupo de trabajo de Diabetes de Semergen;
Javier Marzo Arana, médico de familia y Asesor Técnico de la Dirección General de Asistencia Sanitaria; y
Francisco Vicente Martínez García, presidente de Semergen Castilla y León.
Para Homedes Celma el futuro es desolador:
“La medicina rural se está deteriorando a pasos gigantescos, en poco tiempo nos quedaremos sin profesionales. Se deben evaluar las necesidades asistenciales en cada territorio y en función de ellos organizar y distribuir a los profesionales”. Algo que también comparte Martínez García: “La sostenibilidad del sistema está tambaleando, los problemas son estructurales y urge buscar soluciones”.
Para Marzo Arana la principal dificultad es que
entran más profesionales de los que salen. “Lo que antes era un problema ahora es una emergencia. La medicina rural está incubada en una UCI desde hace días. No vamos a tener especialistas. En los próximos diez años crecerá la demanda de profesionales un 9 por ciento pero la formación de nuevos especialistas está decreciendo”.
"La medicina rural esta incubada en una UCI desde hace días"
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¿Cómo se puede incentivar la medicina rural?
Para Homedes Celma, que todos los días recorre más de 80 kilómetros para acudir a su consultorio, una de las principales soluciones pasa por cubrir los gastos de transporte. “Actualmente tienes que poner tu coche y el gasto proviene de tu sueldo. Hay que dotar al médico de
vehículos propios o al menos mejorar el kilometraje”, señala.
Un transporte que, según Martínez García, también debe mejorar para acudir a las localidades que no tienen centros de salud. “Hay que facilitar el transporte porque la gente no se puede sentir desatendida. Además, esto se debe compensar al profesional”, señala García, quien tiene once pueblos a su cargo.
Otras de las medidas que los expertos ven como claves para hacer más atractiva la medicina rural es la
flexibilización del horario para poder conciliar. “El modelo de vida de los nuevos profesionales ha cambiado, ya no solo importa el sueldo y la estabilidad. Ahora quieren poder conciliar su trabajo con su vida social y familiar”, opina Martínez García, quien considera que la brecha generacional entre los dirigentes y los nuevos profesionales pesa mucho. “Hay que ser revolucionarios”, sentencia.
Agilizar la cita previa
Desde Semergen también consideran que se debe
potenciar la cita previa y que la localización sea fácil y ágil. Para conseguirlo abogan por crear un plan que asegure la asistencia, una compensación económica por asumir funciones complementarias y abordar la obligación social de mantener al médico en los pueblos.
Marzo Arana va más allá y plantea un cambio en el modelo formativo. “En la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud se abordó la
obligatoriedad de permanencia en plazas deficitarias durante uno o dos años. Si yo formo a un profesional, al acabar la residencia puede irse donde quiera y esto no debería ser así. Hay que devolver lo que el sistema te ha dado”.
Para Homedes Celma la obligatoriedad pasa por unas
prácticas durante la carrera de Medicina que obliguen a los estudiantes a hacer una rotación en la medicina rural. “Si no lo ves, no lo sabes. También deberían impartir clases los médicos rurales y llevarse a cabo un incremento del número de tutores MIR”, defiende la médica aragonesa.
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