Sergio Cinza, vocal de Semergen; y Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de SEMG.
Euskadi, a través de su consejero de Salud,
Alberto Martínez, ha lanzado recientemente una propuesta para reducir el
MIR de Medicina de Familia y Comunitaria a tres años ante el déficit de especialistas que sufre España. Esta iniciativa ha provocado una reacción unánime por parte de las las entidades científicas de esta especialidad. Tanto la
Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (
Semergen) como la
Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (
SEMG) rechazan tajantemente cualquier posibilidad de reducir en un año la residencia médica, recordando que “no se puede deteriorar la
formación MIR y buscar vías rápidas para paliar una
falta de profesionales que ya se conocía. En cualquier otra especialidad que se hiciera esto, sería totalmente impensable”.
Pese a que detrás de esta iniciativa “hay una intención de mejora de la eficiencia del sistema sanitario", como presidenta de SEMG,
Pilar Rodríguez Ledo, resalta lo amplia que es la rama de Medicina de Familia, exigiendo por ello una "preparación muy profunda y muy rigurosa". Por tanto, acortar el tiempo de la especialidad “va a poner en
riesgo la calidad de los profesionales que se van a incorporar al sistema para todo el futuro”.
La capacitación médica se debe garantizar, según la facultativa, “con el tiempo y los recursos que son necesarios para ofrecer la atención adecuada a los pacientes. No puede ser que la
Medicina de Familia sea el comodín para solucionar cualquier problema del sistema. Esto no se les habría ocurrido con ninguna de las
otras especialidades que son deficitarias de Recursos Humanos”, asevera en
Redacción Médica.
Efecto en la elección MIR de Familia
Si en vez de médicos de Atención Primaria, hubiese escasez de cirujanos generales, Sergio Cinza, vocal de la junta directiva de Semergen, está convencido de que “todo el mundo se rasgaría las vestiduras si alguien llega a proponer que la
formación MIR se reduzca un año, tal y como está sucediendo ahora en Familia”. De hecho, aclara que los problemas en relación a la falta de relevo generacional no son nuevos. "Se conocía que muchos profesionales se iban a
jubilar en esta década y no ha habido ninguna medida para intentar paliar esta situación", lamenta.
De hecho, Rodríguez Ledo asegura que una medida de esta índole afectaría de forma negativa a la
elección de esta especialidad en la
asignación de plazas MIR. "Cualquiera vería que se está infravalorando la importancia de la Medicina de Familia al intentar recortar el actual programa formativo”, advierte.
Cuatro años del MIR de Familia, ¿escasos?
Para la responsable de SEMG, la especialidad tiene un papel esencial como parte del sistema en esta atención integral, pero “no se pueden asumir todas las
responsabilidades de una forma aislada. Por tanto, redimensionar las plantillas no puede ir "en detrimento de la calidad de la formación y, por tanto, de la seguridad del paciente". De hecho recuerda que el
programa formativo de la especialidad, actualizado hace menos de un año, ya planteaba dudas sobre si los cuatro años actuales "eran un periodo escaso". Por ello, no se le puede "restar importancia reduciéndolo" defiende la facultativa.
"Plantearse una
reducción del programa para formar antes a especialistas no le cabe en al cabeza a nadie. Es necesario buscar alternativas que puedan ser factibles", apunta en este sentido Cinza. Tras recalcar el papel de Medicina de Familia como aliado clave para “todo el equipo sanitario y para
garantizar la atención de calidad en cada nivel", Cinza, asegura que "no se pueden apoyar medidas como estas que se basan en comprometer la formación de los jóvenes especialistas a costa de la seguridad del paciente”.
En este sentido, considera que lo prioritario, en estos momentos, es que las comunidades autónomas peleen por conseguir "condiciones dignas y atractivas”, que consigan evitar que las futuras generaciones de médicos de Familia busquen trabajo fuera de España.
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