Familia propone rebajar el ratio tutor-residente a un máximo de 3-4.
Este viernes finaliza el plazo para presentar las alegaciones al
Programa Formativo de Medicina Familiar y Comunitaria que lanzó el
Ministerio de Sanidad hace dos semanas. Las sociedades médicas han tenido estos días para estudiar el documento, y en caso de considerar pertinente, realizar las correcciones que a su parecer debe tener dicho texto para su implantación en el sistema sanitario español.
Según ha podido saber
Redacción Médica, la especialidad de
Medicina de Familia ha presentado sus alegaciones al departamento que dirige Carolina Darias. Y como modificación principal, Familia pide que se
baje el ratio tutor-residente. El
POE lanzado por Sanidad fija que cada tutor debe tener un máximo de cinco residentes, pero la especialidad sugiere rebajar ese máximo
hasta tres o cuatro, ya que opina que “no es factible” que un facultativo tutorice a cinco residentes al mismo tiempo. Otro aspecto importante es la obligatoriedad del inglés, puesto que desestiman que deba ser una característica fundamental: “Si bien nos parece sustancial el conocimiento del inglés científico y avanzar en este aspecto,
no consideramos que el idioma sea el aspecto primordial del desarrollo de ese dominio referido a la docencia y a la formación”, enfatiza el documento.
También piden desde Medicina de Familia aumentar el tiempo que durante la formación el residente dedica a la
Atención Primaria. Proponen incrementarlo de un 50 al
60 por ciento del periodo formativo como mínimo, incorporando las especialidades de Cardiología, Endocrinología, Neumología, Aparato Digestivo, Neurología, Nefrología y Urología, Reumatología, Otorrinolaringología, Oftalmología y Oncología al contexto de aprendizaje del residente.
Además, la especialidad pone de manifiesto la necesidad de
modificar el procedimiento general de acreditación con el fin de “agilizarlo” para facilitar la incorporación de nuevos dispositivos y plazas. Según el documento, para ello se proponen tres alternativas: que el sistema de solicitud de acreditación de plazas esté
abierto de forma permanente; que se
incorpore la figura de la declaración responsable para reconocer una nueva acreditación desde el día de la presentación por parte de las comunidades; y que en las convocatorias se pueda recoger un procedimiento sencillo que permita la
ampliación de la oferta durante el desarrollo del proceso. “Entendemos que si es posible reducir la oferta de plazas que se recoge inicialmente para el caso de desacreditación de plazas, deberían llevarse a cabo los
cambios normativos que fueran precisos para poder habilitar la posibilidad de ampliación de la oferta”, subraya el texto.
Crear un apartado único sobre la prevención
Por otro lado, la especialidad pone el énfasis en la importancia de la
prevención y promoción de la salud. Pide crear en el programa formativo un
apartado “específico” sobre este ámbito, para agrupar todas las competencias y plantear un periodo de rotación por los dispositivos de Salud Pública dentro del POE. Así, se le daría una “
mayor importancia” a estas actividades.
Junto a la prevención y promoción de la salud, Medicina de Familia también remarca el papel que tiene la
seguridad en la asistencia clínica. Critica que en el texto de Sanidad no hay ningún apartado que haga referencia a la seguridad del paciente, aspecto que creen “primordial” y que abogan por añadirlo.
Las alegaciones hoy presentadas también marcan un cambio en la entrada en vigor del propio programa. Si bien el ministerio propone su implementación para este curso 2022-2023, Familia opta por retrasarlo al
2023-2024, ya que el planteado por el departamento de Darias supone un plazo “excesivamente corto”.
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