Raúl de Simón Gutiérrez, coordinador nacional del grupo de Tabaquismo de Semergen.
La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) se ha unido a las celebraciones del
Día Mundial Sin Tabaco lanzando una campaña que busca
“animar” a dejar de fumar a través de la “concienciación” del daño ambiental que genera la industria tabacalera.
Desde la sociedad científica recuerdan que el tabaco
mata cada año a más de 8 millones de personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS),
y destruye nuestro medio ambiente
perjudicando, aún más si cabe, la
salud de las personas, debido a las actividades vinculadas al cultivo, la fabricación, la distribución, el consumo y la eliminación de los productos del tabaco.
Por ello, bajo el lema
“el tabaco, una amenaza para nuestro medio ambiente” han lanzado una campaña que tiene como objetivo “sensibilizar a la población sobre el impacto ambiental que tiene el tabaco, desde su cultivo y producción hasta su distribución, sin olvidar los residuos que genera”. Además, consideran que esto “animará más a los pacientes fumadores a
abandonar el consumo de tabaco”.
¿Lavado de cara de la industria tabacalera?
Desde Semergen también recuerdan que a pesar de que la industria del tabaco
tiende a
pregonar una apariencia “verde” de su reputación y sus productos, presentándose y presentándolos com
o algo inocuo para el medio ambiente, la realidad es que su actividad global produce una emisión de gases de efecto invernadero equivalente a
84 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono.
Además, cada año
se destruyen unos 3,5 millones de hectáreas de tierras para cultivar tabaco en ellas. “Este cultivo provoca la deforestación de bosques y selvas en el mundo en desarrollo, ya que en él se concentra la mayor parte de la producción tabacalera”, resaltan.
De este modo se estaría dañando el medio ambiente con la tala de árboles, el uso abusivo del agua, la utilización de plaguicidas, la producción de incendios, y como no, el producto final, la colilla del cigarro que se constituye en un residuo tóxico altamente nocivo que contaminaría ríos, mares y playas del mundo, como destino final.
Para la organización médica también
“resulta intolerable” la utilización de los niños de los países en desarrollo, que son “sometidos y explotados a largas jornadas de trabajo en las plantaciones del tabaco para ayudar a sus familias y poder subsistir, en lugar de asistir a las escuelas”.
"Muchas razones" para dejar de fumar
Semergen también aprovecha esta campaña para “exhortar a los gobiernos a desarrollar políticas eficaces que endurezcan una
legislación demasiado permisiva, y sobre todo a que apliquen y refuercen las normativas existentes para obligar a los productores a hacerse responsables de los c
ostos ambientales y económicos de los residuos derivados de los productos de tabaco”.
Desde la sociedad científica entienden que todos estos motivos suponen
“muchas razones” para animar a los fumadores a que
abandonen el consumo de tabaco, y a que los niños y los jóvenes no se inicien en el mismo, con el “fin de preservar y de cuidar nuestro planeta”.
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