Lorenzo Armenteros e Inmaculada Cervera.
Ni saben el número de
rastreadores, ni cómo funcionan. Los profesionales de
Atención Primaria denuncian la "
opacidad" que hay en los sistemas de rastreo de las distintas comunidades autónomas, así como la falta de
recursos humanos para llevar a cabo una labor que, según opinan, no está siendo como debería ser.
Ese es uno de los motivos que achacan a que haya tantas diferencias entre los contactos identificados por casos según las comunidades autónomas. "
Cada una tiene su propio sistema. Los sistemas son muy heterogéneos, no hay un acuerdo global en cómo es, por lo que los hay que utilizan Atención Primaria, servicios de
Medicina Preventiva, o que han externalizado el rastreo a través de
call centers o empresas específicas que lo hacen, y de las que sabemos bastante poco. En otras ocasiones, también depende la colaboración ciudadana, que es fundamental", declara
Lorenzo Armenteros, miembro de la Junta Directiva de la
SEMG. Además, indica que "
ninguna está siendo totalmente clara".
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El médico de Familia considera que hace falta más
coordinación a nivel nacional. En su opinión, la diferencia en el rastro por parte de las comunidades autónomas se debe a la
falta de gobernanza desde el gobierno central. "Se ha inhibido de la gestión del Covid después de tener un control absoluto desde el confinamiento a la desescalada. Ahora no hace más que dar consejos genéricos que aportan lo que puede contribuir una recomendación", asegura.
"Tendría que contarse unas mínimas normas adaptadas, con el número de rastreadores que tiene que haber por habitante, como tienen en otros países, en los que las cifras están muy definidas, como Alemania o Escocia.
Debería haber un rastreador por cada 4.000 habitantes. Pero si miramos las cifras por cada comunidad autónoma vemos que estamos muy lejos", explica.
Inequidad entre las comunidades autónomas
Y que solo haya recomendaciones, sin saber cuántos rastreadores debe haber o cómo deben ser o actuar, señala, hace que se confirme uno de los temores pasados: "la
inequidad entre las comunidades autónomas". "En el momento en que no ha habido un control central más rígido y un
intento por homogeneizar la gestión, sino que cada uno ha ido por su lado, la situación se ha convertido en
poco equitativa. Depende de los medios, de la inversión, del gobernante o de estar en una que apueste más o menos por lo que es el efecto de los rastreadores", añade.
"Ahora estamos volviendo a caer en los mismos errores que al inicio de la pandemia"
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"Si que es bien cierto -asegura- que el número de rastreadores
tiene que ser muy ágil, no puede ser un número inicial, sino que tiene que ir avanzando respecto al número de casos y al avance de una posible oleada. Y que funcione de una forma relativa y paralela. No podemos dejar el mismo personal con 10 casos que con 100.
Siembre hay que intentar buscar una reserva permanente que pueda adaptarse".
También cree que debe haber comunicación entre las comunidades, sobre todo cuando hay tanta movilidad. Con todo, piensa que "hemos perdido un tiempo increíble". "Tuvimos una especie de prórroga en la que estábamos todos tranquilos [tras el estado de alarma]. Era el momento de haber organizado las cosas con calma. Ahora
estamos volviendo a caer en los mismos errores que al inicio de la pandemia, vamos otra vez detrás de los acontecimientos y habrá que buscar a marcha forrzada rastreadores cuadno ya deberíamos tener sistemas definidos y homogéneos para todas las comunidades, con unos requisitos mínimos y con una colaboración de una Atención Primaria reforzada. Eso es fundamental", afirma.
Porque, indica, "es curioso que el más contactos tiene sea Canarias, que ha utilizado la red de Atención Primaria para el rastreo", apunta. Para él, la
colaboración con Atención Primaria es fundamental, pero se necesita reforzarla, sobre todo en esta época en la que muchos tienen vacaciones. "La Primaria, con el refuerzo suficiente, para poder hacer esto con
dignidad", asegura.
Normativa que regule qué hacer con quien se salta la cuarentena
En la misma opina
Inmaculada Cervera, coordinadora del Grupo de Trabajo de Gestión Sanitaria y Calidad Asistencial de Semergen y médica de Atención Primaria en la Comunidad Valenciana, donde se encargan de los rastreos. También ella cree que hay "opacidad" entre las comunidades autónomas y que se necesita más coordinación a nivel estatal. También considera que
debe haber una "
red de comunicación que sea común".
"Hay una
historia clínica unificada. Si pudiésemos conseguir a nivel nacional que, ante un caso, saliera una alerta a su lugar de origen, podríamos hacer un seguimiento de casos en la zona donde salió. Hay otros países, como
Hong Kong o
Corea del Sur, que han utilizado unas pulseras con
geodemarcación para comprobar el aislamiento del paciente. Esto permite que sepan que estaban en su zona y que no se movían mucho", explica.
"Se está apelando mucho a la responsabilidad individual pero creo que los gobernantes tienen que coordinarse también"
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Cervera está segura de que la
tecnología podría ayudar a descongestionar el trabajo de los profesionales de Atención Primaria. Porque podrían hacer un seguimiento de una forma mucho más simple que realizando el gran número de llamadas que tienen ahora en la '
agenda coronavirus'. Pero, además, porque les permitiría tener controlados a los casos que deben hacer cuarentena. Porque, según indica, ahora mismo no tienen protocolos claro para actuar en el caso de que se la salten.
"Yo no puedo obligar a alguien a que se quede en su domicilio. En principio es un
posible delito de salud pública, pero eso lo tiene que decidir un juez, tiene que ser la policía la que intervenga… Es todo un proceso que no está coordinado, y puede haber gente que en teoría esté confinada por estar pendiente de un estudio o de una posible PCR positiva, pero que esté saliendo s
in ningún tipo de control", asegura.
La mayoría de médicos no conocen el protocolo
Por eso hizo una pequeña encuesta en Twitter. Participaron unos 180 profesionales sanitarios. De ellos, el 55 por ciento contestaron que
no tenían un protocolo claro de cómo actuar en los casos en los que el paciente no tuviera un aislamiento eficaz en el domicilio. Otro 25 por ciento, aproxidamente, contestó que se lo comentaba a Salud Pública, un 14 por ciento a la policía local y el resto a sus superiores.
"Se está apelando mucho a la
responsabilidad individual pero creo que los gobernantes tienen que coordinarse también", asegura. Por eso, quiere que haya una
normativa clara con las condiciones de aislamiento, con los lugares a los que puedan ir las personas que no reúnan los requisitos de un domicilio saludable o eficaz o, por ejemplo, para gestionar la situación de los temporareros, entre los que hubo un gran número de afectados.
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