Pilar Rodríguez Ledo y Antonio Fernández-Pro, vicepresidenta y presidente de SEMG, respectivamente.
Este año, la incorporación de los nuevos residentes en
Medicina va a realizarse en unas condiciones de excepción. Estando mayo descartado, que es cuando suelen entrar en sus respectivos servicios, es probable que lo hagan
pasado el verano, pero la situación generada por la crisis del
coronavirus llena de incertidumbre su entrada.
“No hay protocolo de desescalada en que se tengan en cuenta los mecanismos de protección de los nuevos residentes”, denuncia
Pilar Rodríguez Ledo, vicepresidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (
SEMG).
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Una
encuesta realizada por esta sociedad pone de manifiesto que solo la mitad de los médicos de Familia (especialistas o en formación) tiene
equipos de protección individual (EPI) completos. “Cuando vengan los nuevos MIR, con conocimiento cero de la práctica asistencial, no van a tener EPI”, alerta la médica.
Rodríguez Ledo sostiene que
los residentes se incorporarán cuando los tutores estarán de vacaciones (pues las gerencias están retrasándolas hasta finales del verano para disponer de todos los recursos humanos en estos meses tan duros) o se encontrarán “agotados y extenuados” por no haber podido descansar desde el comienzo de la crisis.
“Esperemos que se aprovechen estos meses para solucionar este problema, pero alguien
debería preocuparse de preguntar a las unidades docentes cómo se puede hacer [la incorporación de los nuevos MIR] sin que suponga un riesgo para el residente que se incorpora, para el profesional y para la población”.
Los protocolos contra el coronavirus "se plantean en los despachos"
A este respecto, el presidente de la SEMG,
Antonio Fernández-Pro, ha asegurado que “habrá que hacer encaje de bolillos” para solucionar este problema. La incorporación de los MIR de Familia “va a afectar con una
sobrecarga al profesional que ya está sobrecargado” ya que el residente, cuando entra, “no supone una ayuda asistencial sino que es una preocupación para el tutor”.
Fernández-Pro ha hecho un llamamiento a ser “realistas y prácticos” para afrontar la crisis y su desescalada. “Los protocolos que se plantean en los despachos son de tremenda dificultad para cumplirlos a pie de calle”.
Por eso, no confía en la solución de
dos circuitos separados en los centros de salud, uno para pacientes Covid-19 y otro para el resto. Esta idea “es aceptable en determinados centros, pero no es posible en muchos otros” como en los consultorios.
El presidente de SEMG ha valorado el avance que ha supuesto esta situación excepcional en la telemedicina, “muy importante que se incorpore en nuestro día a día”, pero ha reclamado, entre otras cosas, un protocolo de desescalada para residencias de ancianos que todavía no se ha planteado.
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