En las jornadas sobre el dolor organizada por la SEMG los residentes han reflexionado sobre el dolor y cómo tratarlo.
El Escorial ha acogido este fin de semana la segunda vuelta de la formación en
dolor dirigida a los MIR, organizada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (
SEMG). Cerca de 50 residentes se han reunido en la localidad de la sierra madrileña para hablar, reflexionar y aprender sobre el proceso del dolor. Residentes llegados desde Asturias, Andalucía o Galicia que, junto a los cuatro ponentes miembros del
Grupo de Dolor de la SEMG han puesto de relieve la importancia de diagnosticar y tratar los diferentes tipos de dolor.
Los cuatro médicos de Familia que han llevado las riendas de estas jornadas coinciden en que "son tiempos difíciles" para la
Medicina de Familia. Una especialidad que tiene que "cambiar" ya que tiene "mucho campo por delante", aunque enfatizan que no hay nada como "
quitar el dolor" a un paciente.
Alberto Freire, médico de Atención Primaria en el Centro de Salud de Culleredo (A Coruña),
Carmen Rocío García, médica de Atención Primaria en el Centro de Salud Bailén (Jaén),
Jonatan Miguel Carrera, médico de Atención Primaria en el Centro de Salud de Becerreá (Lugo), y
Juana Sánchez, médica recién jubilada de Atención Primaria en el Centro de Salud Daroca (Madrid), han sido los profesionales encargados de impartir las formaciones.
Jonatan Carrera, médico de Atención Primaria en el Centro de Salud de Becerreá (Lugo); Carmen Rocío García, médica de Atención Primaria en el Centro de Salud Bailén (Jaén); Alberto Freire, médico de Atención Primaria en el Centro de Salud de Culleredo (A Coruña); y Juana Sánchez, médica recién jubilada de Atención Primaria en el Centro de Salud Daroca (Madrid); en la presentación de las jornadas del dolor de la SEMG.
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"No hemos hablado sólo de las actualizaciones del dolor, sino que sobre
qué hacer cuando el paciente ya está desesperado y ha perdido la esperanza de tener un tratamiento", subraya Juana Sánchez. Para ello, han impartido material teórico y práctico, con el objetivo de hacer que los residentes salgan de su área de confort, conociendo a otros compañeros que trabajan de otra manera y conocen otra realidad, remarca Jonatan Carrera. "Eso ya es enriquecedor", apunta, añadiendo algunas de las claves sobre las que ha versado el congreso del fin de semana: "El contenido científico centrado en una patología como el dolor, su tratamiento, el acompañamiento, la comunicación… Estas jornadas pueden
complementar la labor formativa del programa de la especialidad que se aprende en la facultad".
Hacer frente al dolor
Hay diferentes maneras de enfrentar al dolor. Dependiendo de si es agudo o si es crónico, la manera de aliviarlo es diferente, también dependiendo de la patología que tenga el paciente. Es "
fundamental" detectar qué tipo de dolor tiene el paciente, porque se trata de manera diferente, subraya Juana Sánchez. "Aquí lo que tratamos es que
no se cronifique el dolor. Eso es lo más importante para nosotros", recalca la sanitaria recién jubilada.
"Los médicos jóvenes cuando terminan su formación
no están acostumbrados a enfrentarse al dolor, sobre todo con el que es crónico", remarca Alberto Freire. Un dolor que es "muy invalidante", y que tal y como está evolucionando la población hacia una situación de "mayor envejecimiento", va a ser "una enfermedad que habrá que tratar y saber tratarla bien", apunta Freire.
Carmen Rocío García, por su parte, ha querido incidir en su ponencia en el
dolor agudo, y en concreto, en el
dolor abdominal. Desde su taller ha remarcado las pautas que "no se deben olvidar" cuando el paciente sufre un dolor agudo: "Tenemos que discernir entre una dolencia que tenga una
causa demorable y una que tenga una
causa urgente, y actuar sobre ella. En nuestro caso, sea el tipo de dolor que sea, no debemos olvidarnos de la
exploración. Algo que actualmente es bastante complicado para nosotros por el poco tiempo que tenemos y el volumen tan importante de los pacientes que tenemos. Siempre tenemos que seguir los protocolos, en los que no debemos fallar". Además, ha añadido que en su taller los residentes han trabajado sobre ello, ya que la propia médica quiere que los futuros profesionales lo tengan "muy claro".
Un grupo de residentes en uno de los talleres de las jornadas.
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La importancia de la comunicación
Qué se dice y cómo se dice tiene su importancia también en Medicina. De esa faceta se ha encargado Jonatan Carrera mediante un taller práctico en el que los residentes han jugado un papel activo. Para Carrera la comunicación es "imprescindible" en la Medicina actual. "La comunicación, la planificación asistida, las decisiones compartidas… mi ponencia ha versado sobre todo de un nuevo concepto de la Medicina en la que el paciente toma las decisiones en base a la información científica y técnica que ofrece el médico. Pero siempre de forma acompañada y teniendo en cuenta los valores del enfermo y de las posibilidades técnicas".
Lo que Carrera propone es cambiar el paradigma de la comunicación médica. Pasar del individuo al grupo, saltando la "fría barrera" que el paciente encuentra en la consulta. Hacer la información sanitaria más atractiva y entendible para que el paciente salga satisfecho de la consulta. "Tenemos que poner de relevancia la importancia de la comunicación, porque así cambiará nuestra práctica asistencial, no sólo con el paciente, sino que también con nuestro equipo", añade. Y recalca, en ese cambio de paradigma comunicativo, que hoy por hoy la Medicina no se entiende como una relación médico-paciente, sino que como una relación de equipo-paciente. "Creo que ahora es el momento de integrar la comunicación del equipo para potenciar una comunicación efectiva en beneficio de la asistencia sanitaria", zanja.
Un grupo de residentes a la entrada del congreso.
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La relevancia de estas jornadas
Los ponentes coinciden en la importancia de realizar congresos como estos. Reunir a los futuros profesionales sanitarios para
complementar su formación en patologías específicas o en dolores determinados es "fundamental" para el trabajo del mañana, puesto que son situaciones de la práctica clínica diaria, subraya Carmen Rocío. "Estas jornadas nos sirven para darnos cuenta que dolor podemos tenerlo todos, y lo importante es saberlo tratar", añade Juana Sánchez.
"Lo que hemos pretendido es formar a los futuros médicos sobre el tratamiento del dolor", apunta Alberto Freire, con quien coincide Juana Sánchez: "Los jóvenes especialistas han venido
concienciados sobre el dolor. En nuestra consulta vamos a encontrarnos muchas veces con dolencias que no siempre responden a los fármacos. Es por ello que mediante estas jornadas hemos querido darles
otros instrumentos".
Cada día están saliendo publicaciones e investigaciones nuevas de los fármacos que se están utilizando para el dolor, y Carmen Rocío García, junto con sus compañeros ponentes, espera que los residentes hayan aprendido instrumentos suficientes para hacer frente a la
realidad del dolor mediante la evidencia científica y las herramientas aprendidas en las jornadas: "Sabemos perfectamente la importancia que tiene que el médico consiga aliviarnos ese dolor. Por ello, consideramos que es muy importante que sigamos con formaciones como estas".
Los residentes escuchando el comienzo de las jornadas.
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