La estrategia de
reformulación de la Atención Primaria está en marcha por parte de todos los actores institucionales y médicos implicados en el proceso. Entre las propuestas realizadas por todos ellos hay multitud de pareceres discordantes, pero también un punto común: el
impulso de la telemedicina. Una herramienta que facilita y agiliza el día a día del primer nivel asistencial, pero que pone en duda que se conserve una de las grandes patas de la medicina de Familia, la relación médico-paciente.
Para
Jacinto Bátiz Cantera, experto en Ética y Deontología Médica, miembro del Observatorio 'Atención Médica al final de la vida' de la Organización Médica Colegia (OMC), y responsable del grupo de Bioética de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG),
la relación médico-paciente no está en riesgo con las propuestas que dan más protagonismo asistencial a la telemedicina, sino que complementa y mejora dicha relación.
“La relación médico-paciente es el eje fundamental y la base sobre la que se ha de fomentar la asistencia sanitaria y en este caso
las tecnologías han de estar encaminadas a la mejora de la humanización de la medicina que es el pilar esencial del compromiso deontológico del médico”, explica Bátiz Cantera.
El experto asegura que la asistencia médica ofrecida mediante las nuevas tecnologías o sistemas de comunicación, a través de la telemedicina, es un verdadero “acto médico” que completa la atención presencial del médico al paciente pudiendo aportar eficacia, no solo a la actividad asistencial y de cuidados, sino a las actividades de salud pública y vigilancia epidemiológica.
¿Cómo lograr que el paciente se sienta valorado sin presencialidad?
Para el experto en bioética, lograr que el paciente se sienta valorado pasa porque
el profesional sanitario demuestre su eficacia y disponibilidad a través del medio de comunicación que emplee cuando no sea posible la atención presencial.
"No podemos negar el avance de la tecnología cuando ella nos aporta beneficios y mejoras"
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"El desplazamiento hacia la atención telemática es una realidad que tanto el médico como el paciente deben utilizar con responsabilidad y
considerarlo en sí un verdadero acto médico. Es frecuente que, debido a la novedad del sistema y su forma de implantación, el paciente no tenga claro que la llamada de su médico es ya en sí un acto médico, por lo que pueda tender a sobre utilización de este, limitando así el acceso a otros pacientes que lo necesiten. El médico debe considerar en todo momento los límites de esta atención telemática y recurrir a una consulta presencial ante la más mínima duda", explica Bátiz Cantera.
¿Cómo debe ser el futuro de la relación médico-paciente?
En base a las propuestas de las sociedades científicas y las autoridades sanitarias autonómicas y nacionales, el futuro de la medicina pasa sí o sí por un aumento de la telemedicina. Algo que para el experto debe ir ligado a un aumento de la relación de mayor confianza y mayor eficacia en cualquiera de las circunstancias que se presenten como ha sido el caso de esta pandemia.
“Defendemos el contacto con el paciente, pero
no podemos negar el avance de la tecnología cuando ella nos aporta beneficios, mejoras, y posibilidades de afrontar problemas antes inexistente, y, sobre todo, que permite interacciones con los pacientes incrementando así su implicación en la gestión de su enfermedad, otro concepto de que debemos hacerlo realidad cuanto antes. Debemos participar activamente en la medicina del futuro, ya que el futuro ya es una realidad presente. El control de las patologías independientemente de la distancia de residencia al centro sanitario o la facilidad de acceso va a permitir un control activo diario”, reivindica Bátiz Cantera.
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