Aún queda mucho para perfeccionarlo, pero los primeros resultados son "prometedores"

Un exoesqueleto controlado por el cerebro permite a tetrapléjicos moverse
Imagen del exoesqueleto.


4 oct. 2019 17:10H
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Gracias al diseño de un exoesqueleto controlado por las señales procedentes del cerebro, un paciente tetrapléjico ha sido capaz de mover los brazos y las piernas. Aunque los expertos que lo desarrollan, compuesto por un equipo de franceses, advierten de que aún queda mucho para perfeccionarlo, sostienen que los primeros resultados son "prometedores".

Los resultados de este trabajo de más de dos ha sido publicado en The Lancet. El exoesqueleto permite al paciente dar pasos, aunque para ello el dispositivo está anclado al techo para poder guardar el equilibrio. La revista publica un vídeo en el que se ve a un hombre de 28 años sujeto a un exoesqueleto de gran tamaño mientras camina a lo largo de una sala y también cómo puede girar un brazo y dirigirlo hacia un objeto.

A pesar de que los resultados son "prometedores", el sistema aún está muy lejos de su aplicación clínica, y requerirá "importantes mejoras" antes de que pueda estar ampliamente disponible. Este nuevo exoesqueleto es “el primer sistema inalámbrico semiinvasivo de cerebro-ordenador diseñado para un uso a largo plazo para activar las cuatro extremidades”, según Alim-Louis Benabid, profesor emérito de la Universidad francesa de Grenoble.



Conectado con el cerebro


Hasta el momento se han estado utilizando “dispositivos de registro más invasivos implantados bajo la membrana más externa del cerebro, donde finalmente dejaban de funcionar”, apunta Benabid. El paciente que ha usado el nuevo dispositivo está paralizado desde los hombros y solo mantiene algún movimiento en el bíceps y la muñeca izquierda, lo que le permite usar una silla de ruedas eléctrica controlada con un joystick.

Vídeo de las pruebas del exoesqueleto.

El primer paso para que pudiera usar el exoesqueleto fue implantarle a cada lado de la cabeza, entre el cerebro y la piel, en las zonas que controlan el movimiento, dos dispositivos que traducen las señales cerebrales de los movimientos que piensa el paciente y envía órdenes al exoesqueleto para realizarlos.

Durante 24 meses realizó diversas tareas mentales para perfeccionar el algoritmo y que así éste comprendiera sus pensamientos para ir aumentando el número de movimientos que podía realizar.  Además, empleó un avatar virtual que le ayudó, entre otras cosas, a saber cómo dirigir los brazos en diferentes direcciones y orientaciones de forma simultánea.

Traducir la actividad cerebral en movimiento 


El neurocirujano del Hospital Universitario de Grenoble Stephan Chabardes detalla que esto puede ser un paso más para “ayudar a los pacientes tetrapléjicos a mandar ordenadores solo con su actividad cerebral, en lugar de usar joysticks, tal vez comenzado a usar sillas de ruedas con la actividad cerebral”.
Por el momento, otros tres pacientes han comenzado a usar el nuevo sistema y el próximo objetivo es resolver el problema de permitir a la persona caminar y guardar el equilibrio por sí misma, sin tener que usar el sistema de suspensión desde el techo.
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