Miguel Ángel Rodríguez, responsable del Laboratorio Motiva.
Miguel Ángel Rodríguez habla del futuro de la Ingeniería Hospitalaria.
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La Ingeniería asume el reto y la responsabilidad de traer al Sistema Nacional de Salud (SNS) el
hospital del futuro, aún sin demasiada presencia en España. De hecho, este nuevo concepto vendrá, prácticamente, de la mano del ingeniero y no del profesional sanitario, ganando así más peso en este tipo de centros. Así lo entiende
Miguel Ángel Rodríguez, responsable del Laboratorio Motiva y moderador de la mesa 'El futuro de la Ingeniería Hospitalaria', que ha tenido lugar en el 35º Congreso de Ingeniería Hospitalaria de Las Palmas de Gran Canaria.
A pesar de que estos dispositivos tecnológicos 2.0. de los que habla Rodríguez aún no han llegado plenamente a la sanidad española, el experto cree que todo dependerá del grado de preparación y del
protagonismo que se dé al ingeniero en este proceso. Pero también dependerá del hospital, no como edificio, sino del equipo directivo que le integre apuesta o no por este camino.
“Sabemos que (la tecnología del futuro) va a llegar y, de hecho, ya se están utilizando dispositivos, especialmente móviles, para hacer un seguimiento de las enfermedades o para controlar ciertos tratamientos”, ha asegurado.
“Si hasta ya hay WiFi en el hospital, algo totalmente impensable hace 15 años”.
Las nuevas tecnologías se abren paso
Tal y como se ha expuesto en esta mesa de debate, aún existen multitud de nuevas tecnologías disponibles que aún no se han incorporado de manera generalizada a los hospitales, ni integrado en el tratamiento de los pacientes. Pero
todo cambia y las próximas generaciones de hospitales la incorporarán, aumentando la importancia de los ingenieros en su funcionamiento y en la prestación de sus servicios.
Ejemplos de ello es la impresión 3D, explica Rodríguez. De hecho,
Canarias es una de las comunidades pioneras en el desarrollo de implantes a medidas, que permiten “solucionar problemas particulares” a pacientes que solo utilizaban los dispositivos habituales. U otras formas que tiene el ingeniero de aplicar la impresión digital, a través de los procesadores de imágenes, con los cuales, se realiza un tratamiento no invasivo y más preciso al paciente.
El paciente, parte del cambio
Pero el ingeniero y el resto del staff sanitario que componen el hospital no son los únicos que deben adaptarse a los futuros tiempos.
El paciente también. “El ciudadano de a pie, gracias a las nuevas tecnologías, va a ser más consciente de su salud y va a querer participar más activamente de ella, monitorizándola”, ha manifestado.
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