Luis Talavera, Vicepresidente de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH).
El
blindaje de la red 5G se presenta para el sector sanitario como una medida para
fortalecer la seguridad de los datos médicos y preservar la privacidad de los usuarios. Según
Luis Talavera, Vicepresidente de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), se trata de una red que se convertirá a corto plazo en la “vía principal de transmisión” de datos sanitarios en un contexto en el que los
hospitales suponen “infraestructuras críticas” que deben ser protegidas tanto físicamente como “desde un punto cibernético y de datos”.
La noticia de la
regulación de la red 5G se daba a conocer a principios de este mes. Se trata de un
proyecto de Real Decreto impulsado desde la Secretaría General de Telecomunicaciones y Ordenación de los Servicios de Comunicación Audiovisual que
busca “asegurar la fiabilidad” de estos servicios. Esta propuesta ha sido bien recibida en el sector de la
Ingeniería Hospitalaria, ya que “aplica reglas o normas de protección a las infraestructuras críticas y a las instalaciones sanitarias”, tal y como explica Talavera.
Regular el 5G para proteger datos sanitarios
Talavera considera que la sanidad del presente está basada en muchos casos en la
transmisión de datos personales de salud. Un ejemplo es la
monitorización a tiempo real que se realiza desde el propio domicilio de los pacientes, aunque también se aplica en los
dispositivos médicos que comunican los hospitales con los centros sanitarios, ofreciendo variables, o datos de salud de los ciudadanos “ya sea porque se trata de un enfermo crónico o porque se realiza un control de los servicios telemáticos”, detalla el experto.
Por este motivo, blindar “en lo posible” las comunicaciones para que resulten
inaccesibles para terceros es una opción clave y necesaria para proteger los datos y las
infraestructuras hospitalarias. “Las comunicaciones 5G serán la vía principal de transmisión de datos, de funcionamiento de equipos de tipo médico, y de transmisión con los pacientes. Hay que ver como
asegurarlas desde el punto de vista legal para que sea lo más difícil posible acceder a ellas”, sentencia Talavera.
En su opinión, esta regulación implicará, además, que las implementaciones que se hagan desde el punto de vista hospitalario, como la
aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) “tengan
mayores garantías para los usuarios y para el producto final” y supongan “
un refuerzo del sistema sanitario”. “Esto quiere decir que habrá algún proceso de requisitos que será más complejo que en la actualidad, pero las incomodidades a la hora de cumplir ciertos requisitos de seguridad compensan porque
dotan de mayor fiabilidad al sistema de seguridad”, detalla.
La privacidad de los pacientes, objetivo de España y Europa
Tanto los organismos españoles como europeos atienden a la necesidad de que la gestión sanitaria se adapte a las
posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías en cuanto al intercambio y consulta de datos. Esto les lleva a preocuparse por encontra
r medidas que protejan la privacidad de los datos sanitarios de los pacientes.
El
Gobierno formalizó recientemente la contratación de
cinco servicios para favorecer el desarrollo del
nodo central del Sistema Nacional de Salud (SNS) para facilitar el
intercambio de información entre el Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas y el resto de agentes implicados en la gestión sanitaria.
Junto a esto, el P
leno del Parlamento Europeo aprobó a mediados de diciembre la creación de un
Espacio Europeo de Datos Sanitarios. Para su configuración, se introdujeron herramientas que aseguren la
intimidad de los ciudadanos y el respeto a sus derechos fundamentales.
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