El reto del ingeniero hospitalario es integrarse con la electromedicina

El ingeniero hospitalario se enfrenta a dos importantes retos en su desarrollo profesional. Por un lado, la integración de la Ingeniería Industrial en la electromedicina y, por otro, la extrapolación de otros métodos de mantenimiento de otros sectores al hospitalario.

Es por eso, que estos dos aspectos se tratarán como principales novedades en el XXXV Congreso Nacional de Ingeniería Hospitalaria, tal y como ha adelantado el presidente del Comité Organizador de esta cita, Luis Fernando Talavera Martín, a Redacción Médica. Como cada edición, la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH) se encarga de convocar esta cita, que este año tendrá lugar en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria del 25 al 27 de octubre y espera reunir a más de 1.000 asistentes (700 congresistas y 300 comerciales) y más de 70 empresas del sector.

Pero no solo eso. Esta nueva cita ahondará en las líneas de trabajo que se llevó a  cabo en Alicante, lugar del anterior congreso, como fueron la robótica, el big data y las energías eficientes. “Algunas de las aplicaciones concretas ya las conocemos, otras las intuimos y, seguramente, otras muchas aún están por imaginar”, señala.

Y también explorará sobre el aumento de la automatización y el requerimiento de procesos cada vez más perfeccionados y exigentes como son la fiabilidad, la continuidad y la calidad del servicio, así como la gestión de los riesgos. “Son las bases sobre las que se ha de asentar cualquier novedad o desarrollo tecnológico para que tenga un impacto real”.

La primera gran cita de los ingenieros en Canarias

Es la primera vez que el Congreso Nacional de Ingeniería Hospitalaria se celebra en Canarias. La AEIH ha elegido este enclave por “el proyecto completo y trabajado” que han presentados los profesionales de esta comunidad autónoma, “definido en lo organizativo, apoyado por la mayoría de los ingenieros hospitalarios de las diferentes islas y respaldado por las instituciones”, resalta Talavera. “Se ha percibido como un proyecto común con un amplio respaldo de la sociedad, que se ha planteado desde el entusiasmo y la determinación de traer esta cita a Canarias”.

Pero trasladar un evento de estas magnitudes a las islas “requiere de una organización meticulosa”, indica Talavera, pero también permite conocer de cerca el modo de trabajar de los ingenieros canarios, cuya situación geográfica y fragmentación del territorio “condiciona los tiempos de acceso y la disponibilidad de los suministros, materiales, equipamiento y personal especializado”.

Esta situación hace que la planificación de los trabajos, la previsión para la disponibilidad de los medios y la evaluación de los riegos tenga “una importancia crítica” en el trabajo que realizan los ingenieros en un sector tan especializado y sensible como es el sanitario, indica el presidente del Comité Organizador.