Vacuna Covid Astrazeneca: Reino Unido da dos claves para su administración

Las comunidades autónomas recibieron este lunes los primeros lotes de la vacuna de Astrazeneca y la Universidad de Oxford, que precisa de una segunda inyección entre cuatro o doce semanas después de la inicial. En una ficha informativa distribuida por el Gobierno británico se detallan las precauciones que los facultativos deben tener en cuenta a la hora de administrar el producto, del que se extraen 0,5 ml para cada dosis y que se inocula vía intramuscular.

En el mismo informe se especifica que la solución de Astrazeneca es incolora aunque ligeramente marrón. El Ejecutivo británico especifica que la vacuna debe inspeccionarse antes de su administración y desecharse en el caso de detectar partículas o tenga una apariencia extraña. De la misma forma, se apunta que no se debe agitar el vial.

En caso de utilizar jeringuillas de bajo volumen muerto, que se refiere al espacio que hay entre el agua y el émbolo de las mismas una vez introducido el pistón, la cantidad que quede en el vial puede ser suficiente para una dosis adicional, apunta la ficha. De igual manera, subraya la necesidad de que cada dosis sea de 0,5 ml y de que se deseche el volumen restante en caso de que no se pueda extraer una dosis completa.  

La vacuna de Astrazeneca, conservada a una temperatura de entre 2 y 25 grados tras su extracción

Una vez se ha extraído la primera dosis de la vacuna, el vial debe ser utilizado “tan pronto como sea posible” y a lo largo de las seis horas siguientes. Durante este tiempo se tiene que conservar a una temperatura de entre dos y 25 grados.

En el mismo documento se informa de que la vacuna no contiene conservantes y que se debe utilizar una técnica aséptica a la hora de extraer las dosis. El Gobierno británico aclara que las dosis de Astrazeneca contienen organismos modificados genéticamente, y que el material de desecho se debe eliminar de acuerdo a los requisitos de cada territorio.

La solución de Astrazeneca y la Universidad de Oxford llega a España empañada por las dudas sobre su eficacia, especialmente frente a las nuevas cepas de coronavirus. De hecho, el Ministerio de Sanidad ha decidido no administrarla a personas con más de 55 años ni menores de 18.