No se incluirá en los programas de prevención hasta que no se haya demostrado eficacia en otros países



8 nov. 2013 15:10H
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Redacción. Madrid
Un artículo en la revista 'The Lancet' firmado por Federico Martinón-Torres, médico consultor en cuidados críticos pediátricos del Hospital Universitario de Santiago, critica las reticencias españolas en el uso de la vacuna 4CMenB (Bexsero, Novartis), que ha restringido la indicación al control de potenciales brotes locales del serogrupo B y no la ha incluido en el programa nacional de inmunización “hasta que otras regiones o países comiencen a usarla y proporcionen datos de eficacia”.

De momento, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha decidido restringir su uso al hospital, “sea lo que sea lo que signifique”, hasta que se establezcan recomendaciones específicas para su utilización.

Esta estrategia de “esperar a ver”, que también están siguiendo Francia y el Reino Unido, “está ahorrando dinero pero costando vidas”, según Martinón-Torres. Señala que la incidencia de la enfermedad meningocócica B está en su nivel más bajo en décadas, que sin embargo es el mismo que el de la enfermedad meningocócica C en 2001, cuando la vacuna “fue introducida en el programa nacional de inmunización en España y concomitantemente en Reino Unido”. Si los mismos requisitos se hubieran exigido a esta vacuna, “no dudaríamos en estar viendo niños y adolescentes morir por esta enfermedad”.

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