Miguel Martín, presidente de SEOM.
Tratar el
cáncer de mama inicial HER2 positivo después de la cirugía añadiendo un anticuerpo monoclonal más,
pertuzumab (Perjeta), al tratamiento estándar con
trastuzumab (Herceptin) más
quimioterapia, es más eficaz a la hora de evitar que el cáncer reaparezca de forma invasiva.
Así lo ha demostrado el
estudio fase III Aphinity, según han anunciado Roche y los grupos de investigación Breast International Group (BIG), Breast European Adjuvant Study Team (BrEST) y Frontier Science Foundation (FS) en la 53 edición de la Reunión de la Asociación Americana de Oncología Clínica (ASCO), que se celebra en Chicago. Concretamente el uso conjunto de los dos anticuerpos redujo el riesgo de recaída de enfermedad invasiva o muerte (Supervivencia Libre de Enfermedad invasiva-SLEi) en un 19 por ciento frente a solo Herceptin y quimioterapia (HR=0,81; 95 por ciento CI 0,66-1.00, p=0,045).
A los tres años, en el 94,1 por ciento de mujeres tratadas con el esquema que incluía pertuzumab no habían experimentado una recaída de la enfermedad frente al 93,2 por ciento del grupo de Herceptin solo y quimioterapia. El
perfil de seguridad del tratamiento con Perjeta estuvo acorde con lo observado en estudios previos, con una baja incidencia de complicaciones cardiacas y sin nuevos indicios de seguridad. Los resultados del Aphinity se publican en
New England Journal of Medicine.
Con los datos disponibles en el momento del análisis primario, una estimación de SLEi a los cuatro años también reflejó que 92,3 por ciento de las pacientes tratadas con pertuzumab no experimentaron recaída frente al 90,6 por ciento de las que recibieron Herceptin y quimioterapia, lo cual permite apuntar que futuros análisis con un seguimiento más prolongado serán claves para aportar información relevante sobre estos tratamientos y su prevención del riesgo de recaída.
Mejoría
Según ha señalado
Sandra Horning, Chief Medical Officer y responsable de Desarrollo Global de Productos de Roche, “el objetivo de la terapia adyuvante es contribuir a que cada uno de los pacientes tengan las mejores opciones de curarse; con cada avance registrado estamos más cerca de conseguirlo. Con pertuzumab se consigue una mejoría respecto a un beneficio que ya era muy elevado gracias a Herceptin. Trabajaremos con las autoridades sanitarias para poner esta nueva opción al alcance de los pacientes”.
Para el doctor
Gunter von Minckwitz, uno de los coordinadores del estudio Aphinity y presidente del German Breast Group, “esta investigación se erige en un ejemplo más de la importancia de las colaboraciones entre industria farmacéutica y centros académicos y el valor que aportan en la
lucha contra la enfermedad. La mediana de seguimiento para el análisis primario fue de 45,4 meses, y estos primeros datos son muy prometedores. Dado que el seguimiento a los pacientes llegará a los diez años, confiamos en que futuros análisis arrojen aún más luz sobre el papel del tratamiento basado en Pertuzumab en cáncer de mama HER2 positivo precoz”.
Miguel Martín, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), “estamos curando cada vez más enfermas. Tenemos el ejemplo de trastuzumab que incrementó la tasa de curas a largo plazo en un 12-15 por ciento, lo cual es muchísimo aunque va a parecer poco. Ahora tenemos pertuzumab, cuyo efecto a largo plazo todavía no es conocido pero sí sabemos que a corto aumenta el porcentaje de curaciones. Llegarán otros medicamentos y seguiremos trabajando para lograr la tasa de recaída cero en esta enfermedad”.
De la misma manera,
Eva Ciruelos, presidenta del grupo SOLTI, admite el reto que suponía superar los datos que obtiene el tratamiento solo con trastuzumab: “En la enfermedad precoz es difícil mejorar lo que ya hemos conseguido. Tenemos tasas de supervivencia al décimo año del 80-84 por ciento. Y esto se ha repetido en los distintos estudios adyuvantes con Trastuzumab. No solo en las pacientes que han participado en los ensayos clínicos sino también en real world data, en datos que vamos obteniendo en nuestra práctica clínica.”
Martín recuerda que las recaídas en estas pacientes pueden ser de un 15-20 por ciento dependiendo de la fase de la enfermedad; por eso, subraya, “necesitamos nuevas terapias. Los datos presentados en Chicago con pertuzumab suponen una excelente noticia, ya que se va a asociar con más curas en esta enfermedad precoz. El valor médico, familiar y social de un curar un cáncer de mama es realmente enorme a todos los niveles, sociocultural, económico, etc.”
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