Olivier Laureau, CEO de Servier.
Francia ha celebrado este lunes la primera sesión del macrojuicio contra
el laboratorio Servier y la
Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento del país (
ANSM, por sus siglas en francés) por la comercialización de Mediator, un tratamiento para la diabetes que se utilizó como supresor del apetito en Francia durante 33 años.
El laboratorio está acusado de delitos que incluyen
homicidio corporativo de 2.000 muertes, presuntamente relacionadas con la venta de Mediator. El fabricante de medicamentos debe debe explicar por qué no había identificado ningún riesgo antes de 2009, cuando
Mediator fue retirado del mercado francés por preocupaciones de que causara daños en las válvulas cardíacas.
En un proceso legislativo que, se prevé,
durará más de medio año, la Corte analizará este caso que juzga a esta agencia gubernamental de seguridad de medicamentos, así como 14 sospechosos, entre los que se incluía al difunto fundador de la compañía,
Jacques Servier. También están siendo juzgados por acusaciones que van desde
"engaño agravado" hasta
"homicidio involuntario".
4.500 demandantes
Se cree que el medicamento es la causa de lesiones graves de las válvulas cardíacas y la hipertensión arterial pulmonar
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Hasta el momento,
Servier se ha centrado en compensar a las víctimas. "Considerar que los laboratorios conocían los riesgos relacionados con este medicamento y que se lo dieron a los pacientes a sabiendas es para ellos una acusación intolerable", ha manifestado Francois de Castro, abogado de Servier.
Por su parte, el
ANSM de Francia, a cargo de evaluar la seguridad de las drogas, ha manifestado en un comunicado que participará en los
procedimientos judiciales para ayudar a establecer la verdad y asumir la responsabilidad como institución pública. Hay más de 4.500 demandantes en el caso.
La acusación denuncia a los laboratorios por haber mentido sobre la realidad de los hechos, pero la defensa responde que no surgieron riesgos científicamente probados antes de 2009, cuando
Mediator fue retirado del mercado. Hasta ese momento, 5 millones de franceses recurrieron al producto que se cree que es la causa de lesiones graves de las válvulas cardíacas y la hipertensión arterial pulmonar.
Aseguran que este
derivado de anfetamina comercializado para diabéticos con sobrepeso, a menudo se prescribía a mujeres sanas como un
supresor del apetito si querían perder algunos kilos. Incluso, la acusación afirma que fue recetado por médicos a mujeres sanas, delgadas y deportivas para
evitar el aumento de peso.
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