Ian Read, presidente ejecutivo de Pfizer.
Tras la
polémica suscitada por un artículo del
Washington Post donde se señala que
Pfizer ocultó los beneficios de uno de sus medicamentos en alzhéimer (reducía el riesgo de padecer la enfermedad un 64 por ciento según el estudio), la farmacéutica ha querido explicar
por qué decidió cerrar la puerta a su línea de investigación en enfermedades neurológicas como el alzhéimer. En declaraciones a
Redacción Médica, Pfizer indica que ha "dedicado muchos años y recursos en la búsqueda de
tratamientos más eficaces" contra esta patología y que "la decisión de
dejar de llevar a cabo investigación interna en
Neurología fue una
decisión dolorosa debida a la frustración por la falta de progreso".
En cuanto a la noticia sobre el
posible papel de Enbrel en la prevención de la enfermedad de Alzheimer, Pfizer apunta que la información "no describe con exactitud nuestra estrategia para la toma de decisiones basada en la ciencia. Nuestra decisión de
no publicar un análisis estadístico de los datos de reclamaciones de compañías aseguradoras, y nuestra decisión de
no realizar un ensayo clínico más amplio sobre la enfermedad de Alzheimer basado en dicho análisis estadístico, se fundamentó, ante todo, en
razones científicas y no sobre la idea de incentivos financieros como la noticia parece implicar".
"Los resultados no fueron concluyentes"
Pfizer señala que no quiso proporcionar "una falsa sensación de esperanza a los pacientes"
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Por otro lado, la compañía cita un estudio publicado en el
Journal of Central Nervous System Disease que "valida aún más nuestra justificación científica, ya que el estudio pone de manifiesto el complejo papel que desempeña el antiTNF en la enfermedad de Alzheimer y también
explica los problemas derivados de utilizar fármacos biológicos ya existentes, como Enbrel, para esta indicación, ya que tienen limitaciones para atravesar la barrera hematoencefálica usando dosis aceptables y métodos invasivos de liberación podrían no ser prácticos o seguros para una dosificación crónica en esta enfermedad".
En declaraciones a este diario, Pfizer insiste en su "
compromiso con la ciencia innovadora" y pone como ejemplo el hecho de "financiar al investigador independiente
Clive Holmes que propuso el estudio. Los resultados de esa investigación sobre el uso de Enbrel en la enfermedad de Alzheimer
no fueron concluyentes, como también se dice en el artículo el periódico estadounidense. La divulgación de un análisis estadístico de datos de reclamaciones de compañías aseguradores como éste podría dar lugar al
uso no intencionado para una indicación no aprobada de un tratamiento inmunológico complejo, como el inhibidor del TNF, lo que potencialmente proporcionaría una falsa sensación de esperanza a los pacientes y los pondría en riesgo".
La farmacéutica concluye que defienden "la ciencia sólida, tanto a nivel interno como a nivel externo a Pfizer, y la
divulgación justa y equilibrada de datos a los responsables de la toma de decisiones en el ámbito de la sanidad para que estén bien informados y de esta forma puedan tomar las mejores decisiones para los pacientes".
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