Fernando Carballo, presidente de Facme.
La
Federación de Sociedades Científico Médicas de España (Facme) ha puesto en duda que
Valtermed mejore el tratamiento que recibe un paciente por parte de su médico tras notificarse un desabastecimiento. Así lo ha confirmado el organismo que preside
Fernando Carballo tras la presentación por parte del
Ministerio de Sanidad de este sistema de información sobre prestación farmacéutica en las distintas etapas del ciclo del medicamento dentro del
Sistema Nacional de Salud (SNS).
Como parte activa del proceso (la plataforma está creada para su uso por parte de profesionales y pacientes), la asociación ha criticada no haber recibido ningún tipo de solicitud para participar en la elaboración de la
propuesta pese a ser “parte interesada”. Una propuesta que, aunque consideran útil, ponen en duda su “validez”.
Y es que, pese a que el organismo ratifica su uso y necesidad asegura que para que Valtermed sea “válido” debe tener garantías de tipo metodológico así como
"garantías de calidad y credibilidad de los datos recogidos”. “Debería facilitar la investigación y también ser útil para proporcionar indicadores de resultados que identifiquen acciones para mejorar el tratamiento que reciben nuestros pacientes.
Tenemos dudas de que el sistema propuesto cumpla con estos requisitos”, afirman.
En este sentido, los médicos aseguran que,
“para alcanzar el sistema de información que el SNS necesita”, debe diseñarse contando con la participación y opinión de las partes interesadas mediante una “auténtica intervención en la concepción y diseño de un sistema de información que nos preocupa”.
Memoria de impacto
Los médicos aseguran que las partes implicadas deben evaluar el valor de los medicamentos en
cada enfermedad o proceso, “tanto en lo que se refiere a resultados en salud de tipo clínico, como a la eventual recogida de utilización de recursos o resultados expresados por los pacientes”.
Además, han visto preferible solicitar a Sanidad una “Memoria de impacto” que cuantifique los costes previstos para su creación, puesta en marcha y mantenimiento, incluyendo el coste en recursos humanos para
rellenar los distintos “formularios de seguimiento clínico”. “Los costes deben incluir las actividades que garantizan la calidad.
Facme recalca la necesidad de que se justifique el valor añadido de este registro sobre los ya existentes
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Debería justificarse la oportunidad de un sistema con duplicación de entrada, comparándolo con la inversión en sistemas que aprovechen las historias clínicas electrónicas”, han apuntado remarcando la
necesidad de que se justifique el valor añadido de este registro sobre los ya existentes, especialmente los registros de enfermedad que están siendo promovidos.
“Los sistemas de pago por resultados parten de una idea que a simple vista resulta atractiva. Sin embargo,
su utilidad real para el SNS debe ser cuidadosamente evaluada frente a sistemas de acuerdos financieros más simples. Su implantación es especialmente cuestionable si implica la creación de un sistema como el que se plantea, costoso y con una utilidad que puede quedar
limitada a gestión de pagos y descuento”, han reiterado.
Facme critica que el documento público considera al médico como
“un mero introductor de datos”, con acceso solo a los datos por él introducidos. “En cambio, se asigna al farmacéutico la autoridad de explotar la totalidad de los
registros clínicos globales, con acceso no solo a la información sobre el medicamento generada por los farmacéuticos, sino también a los datos clínicos generados por los médicos”, han criticado.
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