Un contrato centralizado puede integrar a varios ministerios y organismos.
La
compra pública centralizada en sanidad es una fórmula que tiene sentido. Así lo apuntan los expertos, pero que también sostienen que las adquisiciones en este ámbito suponen un gran reto en el
contexto actual de infrafinanciación y los elevados costes de las materias primas, entre otros factores. Además puede tener ventajas importantes como la
reducción de los tiempos, pero también inconvenientes como pérdida de flexibilidad.
"Es clave apostar por un
uso estratégico y eficiente de todas las herramientas que nos aporta la Ley de Contratos, así como, trabajar por una
compra pública de valor y la implementación de las últimas tendencias en fórmulas de
contratación innovadora y criterios de adjudicación", indica Mario Ledesma, asesor jurídico de Contratación Pública del Laboratorio de la Contratación. No obstante, no es la primera vez que se pone sobre la mesa que la
regulación vigente no se ajusta del todo a las características del sector. Como consecuencia los
contratos menores en sanidad también tienden a aumentar.
¿Qué es un
contrato centralizado? Tal y como apuntan desde el Gobierno, se trata de un único expediente donde se pueden integrar las prestaciones para
varios ministerios y organismos. La principal diferencia del acuerdo marco o el sistema dinámico de adquisición, es que en el contrato centralizado se concretan las prestaciones que la empresa está obligada a realizar y se determina el
importe del contrato y su financiación.
Ventajas y desventajas de la compra centralizada
En el caso de la
compra pública centralizada, Ledesma asegura que puede tener claras ventajas como a nivel de
precios o de reducción de tiempos que pueden obtenerse con los contratos. Sin embargo, también hay que conocer sus inconvenientes como "una
pérdida de flexibilidad y de autonomía" de las entidades del Sector Público que se sujetan a ella. "Por todo ello, resulta imperativo, y más eficiente, que se analice, con carácter previo, aquellas necesidades que se satisfacen mejor a través de esta herramienta", asegura el experto en declaraciones a
Redacción Médica.
En esta misma línea, desde los gestores sanitarios exploran nuevas vías para lograr que la
contratación pública y apostar por las buenas prácticas. En palabras de Ledesma, el desafío mayor es lo que tiene que ver con su puesta en marcha, principalmente, por la necesaria
profesionalización de todos los agentes intervinientes, así como, la superación de las inercias tradicionales de cómo contratar y la falta de medios humanos y técnicos que se precisan.
Uno de los últimos ejemplos de compra centralizada en sanidad lo ha
protagonizado Madrid. La comunidad ha informado de la adquisición centralizada de
productos sanitarios para ventiloterapia no invasiva y oxigenoterapia, de manera que se distribuyan de forma homogénea por todos los centros vinculados al Servicio Madrileño de Salud (Sermas). La Consejería ha explicado que se enmarca dentro de la estrategia autonómica para la
implantación progresiva de un sistema de adquisiciones "uniforme" destinado a sumar eficiencia en el gasto y la sostenibilidad del sistema.
De hecho, Madrid lleva la delantera en esto, puesto que trabaja en el impulso de un nuevo
sistema de contratación de productos sanitarios (material, medicamentos y tecnología) para incrementar la eficiencia en el gasto y la sostenibilidad. Uno de sus principales objetivos es acabar con la
competitividad entre hospitales y piensan crear la
Agencia de Contratación Sanitaria de la Comunidad de Madrid. En línea con el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que viene optando por esta vía para coordinar el suministro de equipamiento y terapias.
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