Ricardo Moreno, director general de ViiV Healthcare España, Esteban Martínez, presidente de GeSIDA y Rafael Bengoa, director de SI-HEALTH.
La llegada de la Covid-19 ha dotado a la ciudadanía de un conocimiento y una sensibilización sobre que es una pandemia y aspectos como que cualquiera puede transmitir o contraer la enfermedad que puede extrapolarse a otra pandemia aún sin cura, el
VIH, y potenciar así su erradicación y desestigmatización.
Esta es una de las principales conclusiones del encuentro de los integrantes e impulsores del
National Policy, un proyecto multidisciplinar, promovido por GeSIDA y ViiV Healthcare, avalado por CESIDA, SEISIDA, SEFH, SEIMC y RIS, y llevado a cabo por médicos (especialistas en VIH, geriatría, epidemiología y atención primaria), farmacéuticos de hospital, enfermeras, psicólogos, gestores, representantes de Salud Pública y ONGs (en representación de las personas que viven con VIH), y con la colaboración de SI Health.
Actualmente, en España hay
130.000 personas que viven con VIH y cada año se contagian 3.500 más, sin tener en cuenta que un 13 por ciento tiene la enfermedad, pero no está diagnosticado. Por lo tanto, aún queda mucho camino por recorrer en un proyecto que empezó en 2017 y “ya ha logrado sentar las bases de actuación”.
“Ahora es el momento de implementar los conocimientos y que el Sistema de Salud evolucione”
, comenta Rafael Bengoa, director de SI-HEALTH, quién ha compartido mesa de debate con Ricardo Moreno, director general de ViiV Healthcare España y Esteban Martínez, presidente de GeSIDA.
"Ahora es el momento de implementar los conocimientos y que el SNS evolucione"
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Los tres impulsores, entre otros muchos, de Natural Policy coinciden en el diagnóstico:
el modelo asistencial sigue centrado en una lógica de agudos y no en tratar a un paciente crónico. “La atención a los pacientes 0 positivos no ha cambiado en las tres décadas que llevamos afrontando la epidemia. Mientras que los pacientes sí han cambiado, ya no corresponden al modelo de las 4 H, ahora cualquier persona puede contraer VIH”, destaca el presidente de GeSIDA.
“Lo que hace falta es una continuidad de cuidados y una focalización sobre aquellos que más necesitan del sistema. Por ello, el Sistema de Salud necesita ser empujado, este no se autorganiza solo, es necesario crear condiciones”, comenta Bengoa.
4 niveles de pacientes
Desde Natural Policy han generado un documento de
estratificación para clasificar cuatro tipos de pacientes de VIH y ajustar el nivel de atención médica y de recursos en función de la gravedad de la enfermedad. “No hay enfermedades sino enfermos y, por tanto, no debemos de tratar igual a todos los pacientes. Hay que atender la calidad y la cantidad de recursos que debemos asignar a cada uno de los pacientes en función de las categorías”, explica Moreno.
“Queremos que se use y forme parte de la rutina asistencial y de nuevas investigaciones clínicas. En la medida de lo posible, el sistema sanitario, que es reacio a los cambios, nos gustaría que este nuevo espíritu del National Policy llegue a implantarse en la estrategia de las consultas, optimizando recursos y mejorando la atención”, comenta Martínez.
El documento de estratificación junto al
modelo óptimo de atención al paciente y las becas a proyectos que supongan un avance en su implantación, buscan homogenizar estas formas de actuación a todo el territorio español.
“Una vez definida la teoría, debemos conseguir la implantación. Es un reto de todo el conjunto de personas del VIH. El plan nacional del sida ya lo tienen incorporado y es una buena noticia, pero no deja de ser un paso que requiere uno más.
Cada autonomía deberá incorporar este tipo de planes de actuación”, explica Bengoa, quién también opina que una de las claves es poder avanzar de abajo a arriba en los profesionales de la salud locales y que así se vaya extendiendo este modelo de atención más desarrollado de cara a estos enfermos crónicos.
Aprovechar la concienciación generada por el Covid-19
“La Covid-19 nos ha ayudado a que todo el mundo sepa lo que es una pandemia y lo importante que es la prevención. Que haya más colaboración entre los ciudadanos y las autoridades sanitarias”, resalta Martínez, para quién
esta concienciación puede suponer un altavoz para la campaña “Yo no me olvido” haciéndola mucho mayor y desestigmatizando el VIH. “Ahora todos saben que podemos ser parte de esa cadena de afectados o transmisores. Es un mensaje que debería calar”, explica.
Por su parte Bengoa, cree que durante la gestión de la epidemia de la Covid-19
ha habido menos intervención desde arriba y se ha dejado que el ámbito clínico “controle su propio mundo”. “Creo que eso lo tenemos que mantener y asegurar que esa idea se contagie en otros directivos permitiendo que los clínicos que trabajen con pacientes de VIH puedan hacer las estratificaciones o aplicar otras innovaciones”, comenta el director de SI-HEALTH.
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