La cúpula directiva de Grifols.
Las multinacionales farmacéuticas se han puesto en el foco del
fisco. Si bien el Ministerio de Hacienda ha comenzado a
inspeccionar las cuentas de
Almirall, Grifols ya ha pagado por las que le han sido hechas.
Según indica la memoria de
cuentas anuales correspondiente a 2016 (elaborada por KPMG), la farmacéutica ha tenido que pagar más
de 3,2 millones de euros por el cierre de las
inspecciones fiscales que había en marcha.
Concretamente, el documento precisa que “la sociedad ha contabilizado en el epígrafe Pasivos por impuestos corriente un importe de 3.255.440 euros, que corresponden a
saldos acreedores con Hacienda Pública por cierre de las actas de inspección fiscal de los ejercicios
2010 a 2012”.
Estas cantidades corrresponden a inspecciones realizadas en la propia Grifols,
Instituto Grifols, Grifols Movaco y Biomat.
Inspecciones en marcha
Por otro lado, el documento también precisa que la multinacional catalana
tiene varias inspecciones fiscales abiertas en Grifols Shared Services North America y subsidiarias, en Grifols Diagnostic Solutions, en Grifols Brasil y en Logística Grifols.
Así mismo, la compañía todavía tiene “
pendientes de inspección por las autoridades fiscales” los ejercicios de 2013 a 2016 del impuesto sobre sociedades, sobre el valor añadido, sobre la renta de las personas físicas, sobre rendimientos sobre el capital mobiliario; de Actividades Económicas, de Seguridad Social, de no residentes y de aduanas.
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